El Caribe inasible y diverso está en la novela La Ceiba de la Memoria, afirmaron hoy aquí críticos colombianos participantes en el XXXIII Festival Internacional de las Artes de la región.
Las opiniones fueron vertidas en el Coloquio El Caribe que nos une, que abordó aspectos referidos a esa obra literaria, ganadora del Premio Casa de las Américas 2009.
Disertaron su autor, Roberto Burgos Cantor, y los intelectuales Ariel Castillo y Cristo Figueroa, quienes develaron aristas de ese testimonio literario contra la esclavitud, con una trama que se remonta al siglo XVII y llega hasta el XX.
Dijo Burgos que en esas páginas está un conflicto contemporáneo, el del hombre de acción y el de pensamiento, encarnados en los personajes del cura Pedro Claver y el sociólogo anticipado Alonso de Sandoval, enmarcados en la Cartagena de esas centurias.
Al recordar la selección del título entre otras propuestas, consideró que expresa la relación con la botánica en el Caribe, del cual se revelan pliegues desconocidos de los muchos que restan aún en la región.
Los estudiosos apuntaron que la obra fue un suceso editorial en Colombia, a lo cual ha contribuido también el galardón de narrativa José María Arguedas del Premio Casa, por la visibilidad que le confirió.
Se trata de la literatura visitando el pasado, enfatizaron, de la confluencia con la historia, coloreada con pasajes de la navegación en el Caribe, de la violencia y de la vida de los afrodescendientes, así como elementos fundamentales en la percepción de las huellas de la pertenencia a ese entorno geográfico y cultural.
El espacio teórico del festival, conocido también como la Fiesta del Fuego abordó además, mediante un panel, las expresiones contemporáneas de los carnavales caribeños, con intervenciones de conocedores cubanos, colombianos, mexicanos y dominicanos, quienes disertaron en torno a esas celebraciones en sus países.
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