Autor : Margarita Piedra Cesar
Ese día fueron enterradas las víctimas de los ataques a los aeropuertos cubanos y se conoce como el Día del Miliciano
El 16 de abril de 1961 era domingo y el pueblo todo
de la capital cubana se disponía a enterrar a los siete caídos en los
ataques a los aeropuertos cubanos en la víspera, a los que se les rendía
el último homenaje en el aula magna de la Universidad de La Habana.
El
cortejo fúnebre se puso en marcha a las tres de la tarde e iba
acompañado por una impresionante mutitud por toda la populosa calle 23,
al tiempo que desde los balcones los vecinos lanzaban miles de flores.
Como
eran tiempos de guerra, el pueblo iba a sepultar a sus muertos vestido
de verde olivo y azul, los colores de las Milicias, y entonando las
gloriosas notas del Himno Nacional.
Al sepultar los cadáveres de
los siete heroicos combatientes, el silencio fue roto por varias
descargas de fusilería, al tiempo que millones de ojos a lo largo y
ancho de la isla, derramaban lágrimas, más por la rabia que por la
tristeza. Entonces pareció oirse la voz del poeta: "Cuando el cuerpo
exánime baja/ a la tierra que lo cubre ambiciosa,/ no digáis que
reposa,/ pues por la patria en pie resplandece y trabaja (...) No digáis
que se ha ido:/ su sangre numerosa junto a la Patria queda"
Después
de la tribuna improvisada en la explanada de la arteria capitalina de
23 y 12, el Comandante en Jefe Fidel Castro decía: "Lo que no pueden
perdonar los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la
firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu
revolucionario de nuestro pueblo", lo cual fue reafirmado por los
aplausos.
Y más adelante señaló el líder de la Revolución: "Lo
que no pueden perdonarnos, es que hayamos hecho una Revolución
Socialista en las propias narices de Estados Unidos.
Y esa Revolución Socialista la defenderemos con estos fusiles", los cuales se levantaron rectificando esa decisión.
Al
amanecer del siguiente día, los milicianos del Batallón 339 de
Cienfuegos hacían realidad tal afirmación enfrentándose a los invasores
en las arenas de Playa Girón,
respondiéndoles "Patria o Muerte",
a la propuesta mercenaria de que se rindieran. Desde entonces, cada 16
de abril, en Cuba es el Día del Miliciano, por el honor y la gloria que
en ese y los siguientes días dieron a la Patria.
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