Santiago de Cuba, 1 oct.— Después de anexarse 2-1 la sub-serie con los Toros de Camagüey, resultado que les permitió ascender a la cima del campeonato cubano de béisbol por primera vez en mucho tiempo, las Avispas de Santiago de Cuba comenzarán la defensa de su liderazgo en el estadio Mayor General Calixto García Íñiguez, cuartel general de los Cachorros de Holguín.
El conjunto santiaguero con un juego ganador tanto en casa (15-6) como en la carretera (11-7) acomete la recta final con el empeño de asegurar el boleto directo hacia la segunda etapa del certamen y solamente le restan el compromiso que hoy inician ante los nororientales y la sub-serie ante Matanzas que los traerá de vuelta al Guillermón Moncada.
El saldo conseguido hasta el momento por la tropa de Eriberto Rosales es excelente y su afición hierve de entusiasmo ante esta especie de vuelta a los días de gloria del béisbol santiaguero.
Nueve victorias en un total de trece compromisos bilaterales disputados, entre ellas cinco barridas, hablan elocuentemente del desempeño del colectivo y cimentan la esperanza renacida.
Sin duda alguna, a la hora de pasar balance, hay que resaltar la singular contribución de su cuerpo de pitcheo, conducido magistralmente por el mítico ex-lanzador Ormari Romero; departamento que califica como el de mejor efectividad entre todos los concursantes en virtud de una media de 3.15 carreras limpias por cada nueve entradas de actuación.
Además, el cuerpo monticular de las Avispas exhibe el mayor número de lechadas propinadas con 6, es segundo en cantidad de ponches propinados con 193, solamente por detrás de Las Tunas que acumula 203 y por añadidura comparte el liderazgo en juegos salvados con Granma, ambos con un total de 12; arista en la que sobresale el aporte individual de Yunior Tur, sub-líder de la casilla con 9.
Otro dato que figura positivamente en el perfil general de los tiradores indómitos es el de ostentar uno de los más bajos promedios de bateo de los rivales. A Santiago de Cuba los bateadores contrarios le batean para .264, índice que solo cede estrechamente ante lo logrado por Camagüey (.263) y Las Tunas (.263).
Si bien, dado el conocido peso específico del pitcheo, esta arma ha devenido baluarte de la causa rojinegra mucho mérito también acumlan sus artilleros que han llevado la cota de bateo colectivo a .310, uno de las seis armadas que han conseguido igualar o rebasar el anhelado hito de los 300: Cienfuegos (.328), Ciego de Ávila (.317), Matanzas (.308), Camagüey (.301) y Sancti Spíritus (.300).
Además, Santiago de Cuba es el segundo mejor equipo en cantidad de cuadrangulares con un total de 33, solo por detrás de Matanzas que acumula 41, único seleccionado que también los aventaja en slugging pues los Cocodrilos alcanzan promedio de .455 frente a .451 de los indómitos.
Para completar este breve enfoque a la ofensiva y el pitcheo quiero resaltar que las huestes santiagueras lideran el índice de carreras anotadas y carreras permitidas con un muy favorable +75, seguido por Matanzas con +71.
Finalmente hay que señalar que el lado flaco del representativo ha sido la defensa con .970, por debajo de la media general que es de .974. Santiago con 44 errores es el tercer equipo con mayor número de pifias, los otros son Artemisa y Guantánamo ambos con 55.
Un mejor desempeño al campo abonaría el camino para resultados aún mejores y en ese sentido el cuerpo técnico ha de tener bajo escrutinio esta otra importante arista del juego.
Las otras sub-series que hoy darán comienzo: Ciego de Ávila-Artemisa en el 26 de Julio, Industriales-Isla de la Juventud en el Cristóbal Labra, Pinar del Río-Mayabeque en el Nelson Fernández, Villa Clara-Matanzas en el Victoria de Girón, Granma-Cienfuegos en el 5 de Septiembre, Las Tunas-Sancti Spíritus en el José Antonio Huelga y Camagüey-Guantánamo en el Nguyen Van Troi.
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