Santiago de Cuba, 15 oct.— Los agricultores estatales y campesinos de la provincia de Santiago de Cuba adelantan las plantaciones en la actual campaña de frío para cosechar 45 mil hectáreas de alimentos.
Hasta finales de febrero se extienden las labores de esta etapa, en la que se trabaja para extender las áreas de plátano, rescatar cultivos varios y sembrar más superficies de hortalizas y vegetales, afirmó hoy Wilmer Guevara, delegado de la Agricultura en el territorio.
Especificó que concluyeron las contrataciones con los productores de todo lo que se siembra, con lo cual aseguran para el venidero 2020 los alimentos a la población, la venta a las instalaciones de turismo y la obtención de semillas en volúmenes que rebasen el acopio del año anterior.
Guevara se refirió a los esfuerzos en las estructuras de base, donde se aplican alternativas para aumentar los ritmos productivos, y dijo que en las atenciones culturales tienen en cuenta la calidad de las semillas, buenas siembras en suelos óptimos que incrementen los rendimientos agrícolas, vigilancia fitosanitaria y la materia orgánica al suelo.
También se incrementaron las exigencias agrotécnicas y una explotación eficiente de la maquinaria y sistemas de riego, añadió.
Con anterioridad se crearon en el territorio las condiciones para enfrentar la actual campaña de frío en los polos productivos, agroindustriales, Unidades de Producción Cooperativa, Cooperativas Agropecuarias y de Créditos y Servicios.
Más del 70 por ciento de las recolecciones agrícolas del año entrante dependen de las acciones de la temporada invernal, entre las cuales se encuentran las cosechas de tomate, col y otras hortalizas, condimentos frescos y de boniato, yuca, malanga y plátano.
Especialistas de cultivos varios de esta provincia se refirieron al fomento de los frutales destinados a la población, ventas al turismo y una industria conservera modernizada con tecnologías, más las líneas de procesamiento en estructuras de base y municipios, para cerrar la cadena productiva en cada localidad.
Igualmente incrementaron las hectáreas para la producción de frijol y maíz, determinantes en la sustitución de importaciones ante sus altos precios en el mercado internacional.
Todas las empresas agropecuarias de Santiago de Cuba tienen responsabilidad en cumplir los programas de siembra, atender las plantaciones, recolectar los cultivos en los ciclos óptimos y suministrar a los destinos, entre los que sobresalen mercados estatales con precios topados y el consumo social.
Los polos productivos de Laguna Blanca, Los Reynaldo, El Alambre y Baire son cardinales en el abastecimiento a la población de la localidad cabecera.
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