Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 16 ago.— Uno de los acontecimientos políticos más trascendentales del siglo veinte cubano, lo fue, sin duda, la constitución del primer Partido Marxista-Leninista de nuestro país, que bien pudiera considerarse como el antecedente histórico de nuestro actual Partido Comunista.
Los días 16 y 17 de agosto de 1925, en La Habana, se celebró clandestinamente, el Congreso Constitutivo del Primer Partido Comunista de Cuba, al que asistieron como delegados representantes de varias agrupaciones socialistas del país, entre ellos, Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, sus máximos inspiradores.
Al constituirse esta organización política, poco pudo valerse de las experiencias de los partidos obreros y organizaciones socialistas precedentes, pues sus programas eran muy limitados y no daban respuestas a los problemas fundamentales del país.
Sin embargo, el primer Partido Comunista de Cuba que se creaba, tenía como doctrina el marxismo-leninismo que abrazaron obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales, que a partir de ese momento lucharon por reivindicaciones concretas, como la lucha por las 8 horas de trabajo en los centrales azucareros, el paso al dominio público de todas las vías de comunicaciones y la nacionalización de los servicios públicos.
Carlos Baliño y Julio Antonio Mella quedaron entre los nueve miembros del comité central que eligió el Congreso constitutivo de este primer Partido Comunista de Cuba, cuyo nacimiento hace 93 años sentó las bases de la lucha de nuestro pueblo por dos objetivos básicos: la derrota del imperialismo y la eliminación de la explotación del hombre por el hombre.
Gracias al empeño de aquellas primeras generaciones de comunistas, sus relevos actuales pudieron concretar tales propósitos y contar hoy con una Patria Socialista, bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba.
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