Santiago de Cuba, 28 jul.— Desde hace más de 20 años el estudio de las microalgas para diferentes usos es una realidad en el mundo entero. El Centro de Investigaciones de Energía Solar (CIES) es uno de los lugares en el país donde se desarrollan diversas investigaciones en el empleo de las microalgas para la agricultura, la industrias farmacológica y la energética.
En estos momentos una de las variedades
más utilizadas y cultivadas en este centro de investigación, es
precisamente la Clorera Vulgarix -perteneciente a la Clorera Cocales-
considerada una de las especies más valiosas en la fertilización de
alimentos y de la cual pudieran extraerse también aceites especiales que
servirían como biodiesel. A partir de ella también se utiliza la
clorofila para bio-fertilizante foliar.
En el departamento de Biotecnología Solar se almacenan las microalgas y se cultivan cepas para mantener las especies que pudieran correr peligro de extinción. Por lo que se hacen diferentes cultivos y mezclas para garantizar la continuidad de las investigaciones que aquí se acometen.
Según estudios recientes en países de Europa, la utilización de las microalgas pudieran ser el futuro para la sustentabilidad económica y energética de países en los años venideros, sobre todo en el aprovechamiento y producción biológica de hidrógeno a partir de las algas azules y verdes como alternativa a la obtención del petróleo.
En el caso del aprovechamiento energético a partir de los cultivos de microalgas, especialistas del CIES se encuentran inmersos en el estudio de las técnicas de extracción de los aceites que estas guardan en su biomasa.
La generación de biocombustible a partir de las microalgas es una alternativa complementaria del resto de las energías renovables pues aborda un aspecto importante como el uso de combustible para el transporte de forma sustentable.
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