Por Noris Rosado FigueredoSantiago de Cuba, 1 oct.— Durante la histórica visita del Sumo Pontífice, el Papa Francisco, a nuestro país, en especial a esta ciudad de Santiago de Cuba, fueron muchos los mensajes a todas las personas, creyentes y no creyentes: amor entre los hombres, la solidaridad, y en especial, el cuidado a los abuelos.
Teniendo en cuenta que en 1993 la UNESCO
declaró a las personas de la Tercera Edad, como “Tesoros Humanos
Vivos”, y que cada año, el primero de octubre, se celebra el Día
Internacional del Adulto Mayor, en Cuba, una de las tareas que se está
priorizando, es la de dar mayor atención a estas personas.
Este es un país, donde la población tiende a envejecer rápidamente, de ahí la importancia de que los jóvenes se preocupen más por las personas mayores.
El Estado cubano, crea actualmente las condiciones de vida de los “viejitos”, se reparan y construyen nuevos hogares de ancianos y casas de abuelos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mayores, pero aún no es suficiente.
También están los círculos de abuelos, donde además de los ejercicios para mejorar la salud, se influye en la recreación de estos hombres y mujeres que peinan canas, pues organizan paseos, intercambios de experiencias de cómo vivir mejor y el estado de ánimo de cada uno de ellos se favorece.
Se puede afirmar que si los niños son el primer eslabón de la cadena de la vida, los ancianos están al final de ella, y que generalmente, todos pasamos por esas etapas, por lo que debemos sembrar, para recoger buena cosecha.
Justo, en el plano familiar, se debe ganar esta batalla, y se necesita hacer un llamado para que los más jóvenes se ocupen de sus padres y abuelos y los cuiden más y mejor. Que les den cariño, comprensión, amor y buen trato.
Al decir del Papa Francisco, “los abuelos son la memoria viva”, por tanto se impone cuidarlos, y “aseguramos el triunfo”.
Este es un país, donde la población tiende a envejecer rápidamente, de ahí la importancia de que los jóvenes se preocupen más por las personas mayores.
El Estado cubano, crea actualmente las condiciones de vida de los “viejitos”, se reparan y construyen nuevos hogares de ancianos y casas de abuelos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mayores, pero aún no es suficiente.
También están los círculos de abuelos, donde además de los ejercicios para mejorar la salud, se influye en la recreación de estos hombres y mujeres que peinan canas, pues organizan paseos, intercambios de experiencias de cómo vivir mejor y el estado de ánimo de cada uno de ellos se favorece.
Se puede afirmar que si los niños son el primer eslabón de la cadena de la vida, los ancianos están al final de ella, y que generalmente, todos pasamos por esas etapas, por lo que debemos sembrar, para recoger buena cosecha.
Justo, en el plano familiar, se debe ganar esta batalla, y se necesita hacer un llamado para que los más jóvenes se ocupen de sus padres y abuelos y los cuiden más y mejor. Que les den cariño, comprensión, amor y buen trato.
Al decir del Papa Francisco, “los abuelos son la memoria viva”, por tanto se impone cuidarlos, y “aseguramos el triunfo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario