Por Dayron Chang ArranzEl corredor patrimonial de las Enramadas, un renovado paseo marítimo y el epicentro fundacional de Santiago de Cuba están entre los principales proyectos ejecutados.
Aún en las
noches donde sus farolas alumbraron con aceite de coco, el Parque
Céspedes presumió de su estirpe fundacional. La Iglesia primada, el
Club San Carlos y hasta la casa más antigua que cobijó al gobernante
insular. Todo confirma la vitalidad de aquel tiempo añejo retocado hoy
por la Oficina del Conservador de la Ciudad.
La foto del Casino Español con su
desafiante: ¡Viva el General Weyler!, que luego cedería su posición a un
majestuoso Hotel Venus, derrotado primero por las telúricas intenciones
del terremoto de 1932, y luego, por la desidia de las escaseces y las
prioridades dan fe de los primogénitos bríos de esta Plaza de Armas.
En los archivos se descubre también la popular Esquina de la Campana, rescatada gracias a un grabado de la época donde descubrimos igualmente la casa de la marquesa de Tempu, sitio sobre el que luego se erigiera el Club San Carlos. Imposible resulta entonces, no dar paso a la añoranza por el piso ausente del magnífico Club; otra de las víctimas ilustres del cataclismo del 32 y disímiles estructuras que medio siglo después resplandecen en manos de restauradores o se reivindican en pesquisas de historiadores.
En medio de ese hervidero de evocaciones que abarca más de nueve manzanas alrededor del actual Parque de Céspedes, más de veinte edificaciones, sometidas a una reconstrucción capital, testimonian aquellas vivencias acopiadas entre amasijos de cedro y cal.
Dentro de estos inmuebles se incluyen la segunda fase del Museo de Ambiente Histórico donde se restaura el área del siglo XIX. Igualmente está el antiguo Club San Carlos que será la Sala de Artes Decorativas del Museo Emilio Bacardí Moreau, la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, y otras instalaciones como la Iglesia Metodista de la Ciudad, la sede de la Unión de Economistas de Cuba y la Farmacia Bottino.
De arquitectura provocadora es también Enramadas. Esta arteria se abre paso a un novedoso corredor patrimonial que unirá la Plaza de Marte con el Paseo Marítimo de La Alameda. En este sector priorizado se recupera el Hotel Imperial, obra de gran complejidad que implica el trabajo conjunto de varias empresas constructivas del territorio. Además en esa misma zona se prevé un almacén estilo art decó para las labores por cuenta propia y los artesanos artistas, justo enfrente del Jardín de las Enramadas.
La Plaza de los columpios, la cafetería el Tentempié y la inserción de un parqueo son otros de los proyectos que se conciben actualmente para esta zona.
Seis parques públicos a todo lo largo de la geografía marítima devolverán al paseo La Alameda ese ademán que también hacen atrayente a la periferia citadina, obra que además llevará más de un año para su concreción.
Según Omar López, conservador de la ciudad "veremos el puerto nuestro junto a la acción marítima comercial trasladarse hacia otra zona y se prepara El Espigón para la llegada de los cruceros y el arribo de turismo por esta vía también importante, pues la urbe desde aquí se ve en un modelo de anfiteatro, recostado entre el mar y las montañas"
Devolverle el tranvía a Santiagode Cuba, es otro de los sueños en los que se está trabajando, empeño que en primera instancia se implementará en una zona de la ciudad y que posteriormente deberá crecer.
En los archivos se descubre también la popular Esquina de la Campana, rescatada gracias a un grabado de la época donde descubrimos igualmente la casa de la marquesa de Tempu, sitio sobre el que luego se erigiera el Club San Carlos. Imposible resulta entonces, no dar paso a la añoranza por el piso ausente del magnífico Club; otra de las víctimas ilustres del cataclismo del 32 y disímiles estructuras que medio siglo después resplandecen en manos de restauradores o se reivindican en pesquisas de historiadores.
En medio de ese hervidero de evocaciones que abarca más de nueve manzanas alrededor del actual Parque de Céspedes, más de veinte edificaciones, sometidas a una reconstrucción capital, testimonian aquellas vivencias acopiadas entre amasijos de cedro y cal.
Dentro de estos inmuebles se incluyen la segunda fase del Museo de Ambiente Histórico donde se restaura el área del siglo XIX. Igualmente está el antiguo Club San Carlos que será la Sala de Artes Decorativas del Museo Emilio Bacardí Moreau, la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, y otras instalaciones como la Iglesia Metodista de la Ciudad, la sede de la Unión de Economistas de Cuba y la Farmacia Bottino.
De arquitectura provocadora es también Enramadas. Esta arteria se abre paso a un novedoso corredor patrimonial que unirá la Plaza de Marte con el Paseo Marítimo de La Alameda. En este sector priorizado se recupera el Hotel Imperial, obra de gran complejidad que implica el trabajo conjunto de varias empresas constructivas del territorio. Además en esa misma zona se prevé un almacén estilo art decó para las labores por cuenta propia y los artesanos artistas, justo enfrente del Jardín de las Enramadas.
La Plaza de los columpios, la cafetería el Tentempié y la inserción de un parqueo son otros de los proyectos que se conciben actualmente para esta zona.
Seis parques públicos a todo lo largo de la geografía marítima devolverán al paseo La Alameda ese ademán que también hacen atrayente a la periferia citadina, obra que además llevará más de un año para su concreción.
Según Omar López, conservador de la ciudad "veremos el puerto nuestro junto a la acción marítima comercial trasladarse hacia otra zona y se prepara El Espigón para la llegada de los cruceros y el arribo de turismo por esta vía también importante, pues la urbe desde aquí se ve en un modelo de anfiteatro, recostado entre el mar y las montañas"
Devolverle el tranvía a Santiagode Cuba, es otro de los sueños en los que se está trabajando, empeño que en primera instancia se implementará en una zona de la ciudad y que posteriormente deberá crecer.
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