Por Coral Vázquez Peña
Me alegra verte tan feliz, tan despierto y tan creativo, que no me adapto a la idea de que hayas crecido.
Difícil sustraerse a la magia de esta carita y a su manifiesta felicidad, no se necesita una gran dimensión para abrigar los sueños, la alegría y los constantes atareos de esa edad que nuestro José Martí llamó de oro.
Las niñas y los niños cubanos tienen sobradas razones para celebrar cada primero de junio el Día Internacional de la Infancia, a diferencia de los que viven en otras latitudes del mundo, porque aquí los infantes gozan de una especial atención como garantía de futuro.
Por eso me alegra tanto verte parado ahí o imaginando que subes en un árbol, proyectando en tu mente mil aventuras, corriendo, cantando y jugando, porque al fin niño eres y me doy cuenta de que vas creciendo.
Y me siento contenta porque tienes derecho a vivir tu felicidad, a disfrutar tu sociedad, a realizar tu futuro. En fin, me alegra verte, gritando a viva voz que eres feliz aquí.
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