Por Cary Franco Vega
Santiago de Cuba, 23 ene.— El incremento de la longevidad a nivel global así como el decrecimiento de la natalidad son hoy realidades vaticinadas desde finales del pasado siglo por los especialistas.
Santiago de Cuba, 23 ene.— El incremento de la longevidad a nivel global así como el decrecimiento de la natalidad son hoy realidades vaticinadas desde finales del pasado siglo por los especialistas.
El
número de personas que en el mundo rebasa la edad de 60 años, aumentó a
700 millones en la década del año 90 del siglo 20, para el año 2025 se
estima que existirán alrededor de mil 200 millones de ancianos.
Cuba no escapa de esos desequilibrios y aunque en el 2014 los índices de nacimiento si no se elevaron lo suficiente, al menos no continuaron cayendo tan bruscamente comparado con quinquenios anteriores.
De cara al futuro el país está urgido de enfrentar el reto social que el proceso de transición demográfica representa para las naciones. Por ello se implementan los programas integrales que permiten asumir el aumento del envejecimiento poblacional, teniendo en cuenta además el ancestral interés de los humanos por vivir el mayor número de años posible, unido al creciente desarrollo de la ciencia y la técnica, que sustentan la tendencia actual que considera que si importante es vivir más años, es esencial que estos transcurran con la mejor calidad de vida posible.
En tal sentido el Consejo de Ministros de Cuba aprobó las medidas adoptadas para mejorar las casas de los abuelos y hogares de ancianos. Estas medidas dan respuesta al lineamiento 144 de la política económica y social del país que de manera general implementa estrategias para enfrentar los niveles de envejecimiento.
En Santiago de Cuba se le ha dado prioridad a la reparación, mantenimiento y construcción en los territorios que no existían las casa de abuelos y hogares de ancianos.
Hoy existen 11 hogares de ancianos y 13 casas de abuelos. En todos se brindan atención integral de alimentación, asistencia médica y dentro de ella terapias ocupacionales y actividades recreativa.
Si continúan cumpliéndose los vaticinios dentro de 20 años el 31 por ciento de la población cubana tendrá 60 años o más y para el 2035 ese grupo de edades representará casi el 34 por ciento de la totalidad de los habitantes de nuestro archipiélago lo que ubicará al país como el más envejecido de América Latina y el Caribe.
Cuba no escapa de esos desequilibrios y aunque en el 2014 los índices de nacimiento si no se elevaron lo suficiente, al menos no continuaron cayendo tan bruscamente comparado con quinquenios anteriores.
De cara al futuro el país está urgido de enfrentar el reto social que el proceso de transición demográfica representa para las naciones. Por ello se implementan los programas integrales que permiten asumir el aumento del envejecimiento poblacional, teniendo en cuenta además el ancestral interés de los humanos por vivir el mayor número de años posible, unido al creciente desarrollo de la ciencia y la técnica, que sustentan la tendencia actual que considera que si importante es vivir más años, es esencial que estos transcurran con la mejor calidad de vida posible.
En tal sentido el Consejo de Ministros de Cuba aprobó las medidas adoptadas para mejorar las casas de los abuelos y hogares de ancianos. Estas medidas dan respuesta al lineamiento 144 de la política económica y social del país que de manera general implementa estrategias para enfrentar los niveles de envejecimiento.
En Santiago de Cuba se le ha dado prioridad a la reparación, mantenimiento y construcción en los territorios que no existían las casa de abuelos y hogares de ancianos.
Hoy existen 11 hogares de ancianos y 13 casas de abuelos. En todos se brindan atención integral de alimentación, asistencia médica y dentro de ella terapias ocupacionales y actividades recreativa.
Si continúan cumpliéndose los vaticinios dentro de 20 años el 31 por ciento de la población cubana tendrá 60 años o más y para el 2035 ese grupo de edades representará casi el 34 por ciento de la totalidad de los habitantes de nuestro archipiélago lo que ubicará al país como el más envejecido de América Latina y el Caribe.
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