Santiago de Cuba, 20 ene.— El Club de Vinicultores "Siboney" de este municipio del sur oriente cubano efectuó su Festival de Base, para seleccionar a quienes estarán en febrero venidero en el evento provincial.
El certamen constituyó un espacio para enriquecer la cultura vinícola artesanal y evaluar con normas estándar de calidad, color, sabor, olor y gusto de las muestras presentadas en las categorías seco, semi-seco, semi-dulce, dulce, especiales blancos, rosados y tintos.
El Festival de base del Club de vinicultores "Siboney" se efectuó en Calle "C" número 106-A entre 6 y 7 en el Reparto Agüero, una vivienda donde la uva dejó de ser un cultivo exótico y la fuerza de la tradición ha pervivido en el tiempo para adentrar a la familia Bárzaga Tornés en el universo de los vinos.
La historia en este quehacer comenzó en la familia hace 20 años y aunque fabrican vino artesanal de todas las frutas, el de uva tiene un lugar privilegiado. Las primeras producciones las saboreaban en familia, luego lo degustaban con amigos y ahora además, para comercializar.
Y fue precisamente en la morada de los Bárzaga Tornés, donde se reunieron algunos de los integrantes del Club Siboney de Santiago de Cuba, para efectuar su festival de base.
Una oportunidad para acrecentar el acervo cultural de los vinicultores y sus familiares y perfeccionar las enseñanzas con vistas a mejorar la calidad de las producciones y todo evaluado con la experiencia y las dotes naturales y técnicas de los catadores.
"Son retos de los integrantes del Club Siboney de Santiago de Cuba, mantener los patrones para fabricar vinos con la misma calidad, continuar superándose y cumplir con sus deberes como cuentapropistas", dijo a Tvsantiago su presidente Pedro Suárez Delgado.
"Y estamos adoptando todas las medidas para crear una cooperativa no agropecuaria a tono con el nuevo modelo económico en el que andamos inmersos los cubanos", agregó Suárez Delgado.
El Club de vinicultores Siboney tiene 6 años de creado y desde sus inicios acumula lauros a nivel provincial y nacional, pero sobre todo lo distingue el amor con que sus 12 miembros combinan azúcares y frutas, con amor y pasión para que la población se sienta complacida y siempre acuda a la Casa del Vino ubicada en la céntrica Plaza de Marte de Santiago de Cuba, donde comercializan sus producciones.
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