Plaza de la revolución

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martes, 31 de diciembre de 2013

Miguel Franco Rodríguez, combatiente del Ejército Rebelde, una historia viva de la Revolución

Por Naylet Hernández Blanc

Santiago de Cuba, 31 dic.—La llegada de cada Primero de Enero, es momento para el recuerdo para los participantes en la lucha libertaria por la definitiva independencia de Cuba.

Rememorar las horas antes del triunfo revolucionario y el propio acontecimiento de la entrada de Fidel a la ciudad de Santiago de Cuba, hace a los combatientes santiagueros volver a vivir esos días históricos para toda Cuba.

Así lo atestigua el testimonio de Miguel Franco Rodríguez, integrante de la Columna # 9 del Ejército Rebelde: "Yo me encontraba en altos de Villalón,  estábamos un grupo de compañeros mirando a Santiago y pensábamos, al rato llega Fidel, que vino y citó para allí a un grupo de capitanes de esa área  y cuando terminó bajó al Escandel y de ahí nos dijo el jefe: Nosotros nos vamos para allá abajo y ustedes se quedan en los alrededores y  todo el que sea de Santiago tiene que estar alerta por si ven a algún asesino, algún esbirro, y me lo comunican enseguida. Yo calculo que sobre las nueve o las diez de la noche nosotros empezamos la bajada para Santiago, bajó la columna uno y detrás nosotros… Otra  cosa que me impresionó cuando llegamos a Santiago, porque yo soy de Santiago, nacido y criado aquí, fue la cantidad de personas y nunca había visto tantas personas, de ahí fuimos para CMKC donde Fidel junto con el locutor Noel Pérez puso en cadena las emisoras y dio las orientaciones y de ahí fuimos para el Parque Céspedes. Aquí Fidel hizo su discurso y  después seguimos en todo Santiago, después se fue normalizando la cosa y nos dieron las orientaciones de lo que teníamos que hacer hasta que nos trasladamos a Camagüey que fue a donde se dirigió  la columna donde yo estaba"

A 55 años de aquel día Miguel agregó: "Yo creo  que las expectativas que tuve del triunfo de la Revolución nunca fueron las que se ven en la realidad, tantas cosas que han sido multiplicadas por esta Revolución, y son 55 años de vida, parte de mis 78, cincuenta y cinco fueron, en la lucha clandestina primero,

luego en el Ejército Rebelde, después en comisión de servicio para la agricultura y empezamos la creación de talleres y escuelas para preparar personal para la agricultura".

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