Plaza de la revolución

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viernes, 28 de junio de 2013

Santiago de Cuba después de Sandy: la gratitud viste de verde

Por: Martha Cabrales Arias

Aunque han transcurrido ya ocho meses de la violenta irrupción del huracán Sandy en la vida de los santiagueros, trastrocándolo todo, no ha disminuido el sentimiento de gratitud hacia quienes acudieron de inmediato a dar su ayuda.

En los días posteriores al 25 de octubre fue unánime entre los habitantes de la ciudad el agradecimiento a los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que se volcaron de inmediato a calles, avenidas y barrios a quitar los restos de los miles de árboles derribados y otros obstáculos.

Soldados, sargentos y oficiales del cuerpo armado estuvieron codo a codo junto a los vecinos y otras fuerzas en esas tareas.

Con sus habituales uniformes de campaña verde-olivo, los militares llevaron hasta los sitios donde fueron necesarios sus medios de transporte y construcción, tractores, motosierras, grúas, para transformar en pocos días el panorama, recuperar la vialidad e ir retornando poco a poco a la normalidad posible.

La presencia desinteresada y solidaria de los combatientes, jóvenes en su mayoría, alentó a personas que habían perdido sus casas o sus techos y una buena parte de sus pertenencias tras la brutal arremetida de los vientos.

TRANSPARENCIA CON LA SOLIDARIDAD

Los santiagueros aseguran que no olvidarán tampoco las innumerables muestras de solidaridad recibidas desde las restantes provincias cubanas y en particular allende los mares, con cargamentos llegados por vías aérea y marítima desde las más diversas latitudes, con Venezuela como el país que primero acudió.

El apoyo interno se expresó, fundamentalmente, en los cientos de trabajadores de los sectores eléctrico y telefónico de otros territorios cubanos que laboraron intensamente, durante meses, para restablecer esos servicios en la ciudad.

María Luisa Bueno, delegada territorial del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, explicó a Prensa Latina que tan pronto comenzaron a llegar los envíos desde otras naciones se organizó la distribución, primeramente a partir de los consejos de defensa en las comunidades.

Destacó que con varias entidades estatales involucradas y la participación de las organizaciones vecinales en los barrios, el propósito inmediato fue aliviar las necesidades de los más dañados por el meteoro.

Según el procedimiento legal establecido por el Consejo de Defensa Provincial (CDP) para la recepción, control y entrega de esos bienes donados por otras naciones, la mayor prioridad se ha dirigido a las personas directamente afectadas, en particular aquellas que perdieron viviendas y pertenencias, apuntó la directiva.

También puntualizó que las direcciones municipales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, apoyadas por los trabajadores sociales, determinaron en cada comunidad las afectaciones y necesidades, con especial atención a los grupos más vulnerables.

Entre esos individuos citó a discapacitados, madres solteras con niños pequeños y ancianos asistidos socialmente.

De acuerdo con Bueno, más de 120 donativos procedentes de 12 países, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales e instituciones religiosas han llegado a la urbe, donde el control y una adecuada estrategia de distribución han favorecido su impacto entre la población.

Por su parte, Adalberto Pérez, vicepresidente del gobierno provincial, informó que cuatro empresas se encargan de esa responsabilidad y muchos de los alimentos, útiles de aseo y uso doméstico se destinaron al consumo social en hospitales, centros estudiantiles, círculos infantiles y de ancianos, dada su cuantía.

Una muestra -comentó- es la planta potabilizadora de agua entregada por el gobierno de Ecuador, que presta servicios en la Universidad médica de la ciudad, donde estudian junto a los cubanos jóvenes de otras naciones.

Tanto Bueno como Pérez resaltaron que una práctica tenida en cuenta en estas entregas ha sido la presencia y observación de las entidades foráneas de donde proceden esos recursos, con la cooperación de los funcionarios de la localidad.

Después de ocho meses del paso del devastador meteoro por esta ciudad, el problema de la vivienda sigue siendo el mayor que enfrentan las autoridades santiagueras y la población afectada en esa necesidad vital.

En más de 170 mil casas se estiman los perjuicios y de ellas, más de 15 mil 800 son por derrumbes totales en un fondo habitacional ya de por sí deteriorado, a pesar de los esfuerzos estatales, por más de 50 años, en la edificación de esos inmuebles.

Por eso, los techos y accesorios, junto a otros medios para levantar viviendas que han arribado como donaciones son una contribución que mucho se agradece en medio del empeño del gobierno cubano por atender ese imperativo.

En las Alturas de Quintero, a la entrada de la urbe, el jubilado Juan Alarcón agradece las tejas recibidas para la reparación de la cubierta de su casa, mientras que otra vecina, Mercedes García, reconoce esa ayuda para recomponer la suya.

Otros habitantes de esa barriada santiaguera fueron beneficiados con medios como casas de campaña y otros recursos para enfrentar estos días difíciles hasta la solución definitiva de sus moradas.

El más reciente cargamento, llegado esta semana desde Ecuador con láminas de zinc y otras estructuras, es otra muestra de esa mano que sigue tendiendo a Cuba la fraternidad de los pueblos y gobiernos.

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