Plaza de la revolución

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sábado, 22 de junio de 2013

Reparan casas vinculadas al antiguo cuartel Moncada

Por: Eduardo Palomares Calderón

Integradas al conjunto monumental 26 de Julio, de Santiago de Cuba, las casas que pertenecieran a soldados y clases de la guarnición del antiguo Cuartel Moncada, quedarán remozadas mediante la reparación general, que con motivo del aniversario 60 de la la gloriosa fecha reciben en toda su estructura.

Construidas hace 77 años totalmente de madera, con un diseño uniforme al estilo art decó presente en la estructura de la otrora fortaleza, al no haber recibido nunca una reparación de esta índole, las 20 viviendas ubicadas frente a los muros del Moncada mostraban un avanzado deterioro tanto exterior como interiormente.

"Llegamos a finales de marzo con la tarea de acometer una reparación normal –señala Arístides Elías Pupo, jefe de la fuerza integrada por carpinteros y ayudantes—, pero a medida que fuimos quitando partes y viendo las múltiples modificaciones realizadas en los interiores, fue necesario cambiar el proyecto.

"Baste decir –precisa— que en sentido general ha sido necesaria la reparación capital de las cubiertas, mientras que en la estructura los cambios de vigas, columnas y demás han abarcado entre el 90 % y el 95 % de cada vivienda, al igual que el cambio del forro exterior de madera con tingladillo".

Según la arquitecta Aleida Márquez González, de la Oficina del Conservador de la Ciudad, se trata de una experiencia sobre la necesidad de respetar el mantenimiento de construcciones como estas, que al valor histórico añaden otro patrimonial, por constituir el mejor conjunto art decó predominante en la zona.

Además de esos trabajos, las labores por toda la manzana que abarcan los inmuebles incluyen arreglos en puertas y ventanas, reposición de la cristalería, reparación del muro de mampostería perimetral, reparación del sistema eléctrico, colocación de nuevas luminarias, embellecimiento de áreas verdes y pintura en general.

"Ha sido una tarea difícil —refiere Elías Pupo—, porque viene realizándose con todos los moradores dentro, y si afuera se impone preservar la arquitectura original, adentro tenemos que respetar todas las transformaciones realizadas por los ocupantes, a quienes debe reconocerse el apoyo que nos han brindado".

Según cálculos basados entre los 10 a 14 metros cúbicos requeridos por cada vivienda, la obra demanda alrededor de 250 metros cúbicos de madera conífera, que para mayor conservación ha sido fumigada y tratada con petróleo, una vez extraída de los pinos derribados por el huracán Sandy en la Gran Piedra.

Encabezadas por la Empresa Forestal Integral Gran Piedra-Baconao, entre las restantes entidades participantes se encuentran la Empresa Agropecuaria y Forestal del Segundo Frente, personal de Palma Soriano, Contramaestre y Guamá, y una brigada de la Empresa de Industrias Locales.

Tras el triunfo de la Revolución las casas fueron entregadas a combatientes del Ejército Rebelde y campesinos, de los cuales prácticamente hoy no reside ninguno. Entre los más de 200 moradores beneficiados con estas acciones se encuentra Reinaldo Aras Soa, ocupante desde 1962 de la marcada con el No.2.

"Hay que reconocer el trabajo de los carpinteros, y la dedicación de los especialistas de la Oficina del Conservador de la Ciudad —destacó en nombre de todos—, por el cuidado con que han sido reparadas, mientras que en nuestro caso nos corresponde mantenerlas a la altura de sus valores históricos y patrimoniales".



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