Con el inicio de julio entró en su etapa decisiva la cosecha del mango en la provincia de Santiago de Cuba, donde se han acopiado ya ocho mil 400 toneladas.
La cifra representa el 77 por ciento del estimado de la campaña, que prevé la recolección de unas 10 mil toneladas de ese producto, reconocido por su sabor y calidad.
Hernán Almenares, jefe de Frutales en el territorio, declaró a la AIN que a la industria entregaron seis mil 551 toneladas, dedicadas a la elaboración de pulpas para compota, lo que a su vez sustituye importaciones.
Agregó que con vistas a la exportación de tajadas en almíbar han llegado a las fábricas 400 toneladas de mango, además de que ese renglón se utilizará en la producción de conservas y mermeladas, las cuales tienen demanda entre niños y adultos.
Hasta ahora, en la comercialización hacia la industria y la población, destacan las variedades de bizcochuelo, corazón, hilacha y mamey.
Lo cierto es que en mayor o menor medida se aprecia la oferta del mango en los mercados agropecuarios estatales, mientras un gran número de carretilleros trasladan el fruto desde el poblado de El Caney hasta distintos lugares de la urbe.
Veo que por lo general tiene buena calidad, aunque quisiera que la distribución en los puntos de venta fuera mayor, aseguró Daimel Céspedes, joven residente en la Ciudad Héroe.
El aporte del sector cooperativo y campesino es vital; por ejemplo, en la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Mártires de El Caney se palpa el deseo por sacar adelante la producción, pero cantidades apreciables de la fruta permanecen en el suelo.
Basili Leyva, presidente de esa entidad, señaló que la cosecha se ha comportado de manera irregular, con deficiencias como el estancamiento continuo de los envases en la industria y la demora de su retorno a las formas productivas, lo que conlleva a tirar el mango en el piso y entonces pierde calidad.
A mediados de agosto debe concluir el acopio en la actual contienda.
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