El encanto natural unido a los sitios de interés histórico del litoral de Santiago de Cuba convoca a miles de residentes y visitantes a disfrutar de las variadas opciones recreativas que para este verano se generan en la bahía de esa oriental provincia.
Cuando se miran las aguas de la entrada de la bahía se piensa en historias de piratas, batallas navales y épicos episodios de defensa. Todo ello y la belleza de esta caribeña ensenada pueden ser motivos suficientes para que los que lleguen hasta el litoral santiaguero conserven un recuerdo sin igual.
En las profundidades, a doscientos metros del muelle restaurante El Espigón, se halla el barco carbonero Merrimac, hundido por los norteamericanos para evitar la salida de la escuadra del Almirante español Pascual Cervera cuando la guerra hispano-cubana-norteamericana. Historias como esta mueven hoy a miles de cubanos hasta este lugar para además disfrutar de las cálidas aguas del Caribe y la gastronomía especializada.
Todo ello conforma un plan veraniego para diversificar el disfrute de la familia en esta zona marinera.
En instalaciones remozadas las opciones gastronómicas buscan trascender en los momentos de cada familia que llegue hasta aquí desde cualquier lugar del planeta. Es el caso de José Belisario Colta, ecuatoriano que vino a encontrase con su hija quien estudia medicina en esta ciudad.
“Es una paisaje realmente maravilloso. En Ecuador no tengo la posibilidad de ver este hermoso mar ni de comer esta deliciosa comida a base de pescado. Compartir este tiempo con mi familia cerca de donde ocurrió la batalla naval de Santiago es algo que emociona y agrada. Creo que no olvidaré nunca este viaje”, dice Belisario mientras degusta un arroz con pescado, especialidad del restaurante Los Veleros en la zona de La Estrella.
“La verdad es que se está muy a gusto. Uno siente la tranquilidad y la belleza es algo que te inspira a escribir hasta libros. Es un lugar muy hermoso”, apunta Yunaidis Grandet Estrada, cubana residente en España.
Además del recién celebrado carnaval acuático, otros atractivos distinguen a la bahía santiaguera. El club Juvenil y el Complejo La Estrella son algunos de los sitios que contribuyen a una estancia placentera. Atravesando la rada en lanchas se puede visitar el Cayo Granma y Punta Gorda, cuyo restaurante, cremería y el Espigón complacen exquisitos paladares con delicias del mar acompañadas de la brisa marinera y vistas inolvidables.
Ya sea junto a los muros del Morro, en Ciudamar o Punta Gorda, lo cierto es que llegar hasta aquí siempre es una experiencia complaciente. Opciones que cada verano adquieren los matices propios de una jornada bañada por los encantos del Caribe.
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