Plaza de la revolución

Plaza de la revolución
Plaza de la revolución

jueves, 19 de abril de 2012

Autor :Armando Fernández Martí

Para el pueblo de Cuba y para el imperialismo norteamericano el 19 de abril de 1961 dejó de ser una fecha más en el calendario, para convertirse en símbolo de la victoria para el primero y en una pesadilla para el segundo.

La victoria alcanzada por Cuba en Playa Girón el 19 de abril contra las fuerzas mercenarias que invadieron una parte de su territorio, demostró que la invencibilidad del imperio yanqui era un mito y que podía ser derrotado militarmente, si estaban por medio la vergüenza, el honor y la dignidad de un pueblo defendiendo su libertad y sus conquistas sociales.

La invasión a Cuba no fue una aventura loca del imperio, sino un plan bien elaborado por la Agencia Central de Inteligencia y el pentágono de Estados Unidos, con detalles precisos de todo lo que había que hacer y cómo hacerlo.

La Revolución había triunfado apenas tres años atrás y Cuba no era en esos momentos un país con amplios recursos bélicos y los que poseían comenzaban a ser sustituidos por armamentos procedentes de la Unión Soviética y otras naciones del campo socialista, excepto la fuerza aérea rebelde, que los aparatos de que disponía eran totalmente obsoletos y de factura norteamericana.

No obstante, nuestro pueblo revolucionario había comenzado a prepararse militarmente, creándose las milicias obreras, campesinas y estudiantiles que junto al Ejército Rebelde y el resto de las Fuerzas Armadas constituyeron un bastión para la defensa dela Revolución, asumiendo en poco tiempo que estaban siendo suministrados por la solidaridad de la URSS.

La voluntad de los cubanos y la decisión de defender sus conquistas y libertad a toda costa y costo, fue el detalle que le faltó al imperio yanqui en sus siniestros planes de invadir a Cuba y derrotarla por la vía militar. Pensaban incluso lo contrario y se engañaron la CIA y el Pentágono y lo que es peor, engañaron a los MIL 500 mercenarios que integraban la Brigada de Asalto 25-06 que fue lanzada sobre la Isla, convencidos de que aquí serían recibidos como héroes y salvadores.

El resto de la historia bien se conoce. En sólo 66 horas la brigada mercenaria fue derrotada y echados por tierra los planes de la CIA y el sueño de los gobernantes norteamericanos de derrocar a la Revolución y darle así a América Latina una lección, para que no hubiese más intento de apartarse de la democracia, al estilo MADE IN USA.

Tal como si fuera un boomerang, la lección se la dio Cuba a Estados Unidos, América Latina y al mundo, demostrándoles que no hay enemigo poderoso ni imposible de vencer, cuando se quiere y se ama lo suyo y cuando se está dispuesto a defenderlo hasta las últimas consecuencias.

La victoria del 19 de abril de 1961 así lo ratifica y hace que hoy, 51 años después,  Cuba sigue siendo un ejemplo para el mundo y una pesadilla para el imperio yanqui.
 

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