San Luis, Santiago de Cuba, 4 nov.— Las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y las de Producción Agropecuaria (CPA), suman 36 en San Luis. Todas están inmersas en el proceso asambleario XXI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), previsto para mayo del próximo año.
Reuniones a las que asisten nuestros campesinos con entusiasmo, motivaciones, confianza en la Revolución que hace 60 años los hizo dueños de la tierra que trabajan.
En los encuentros renuevan y/o ratifican a sus dirigentes desde la organización de base, eligen entre ellos a quienes los representarán ante la Asamblea municipal de febrero de 2020 y a los precandidatos a delegados al XII Congreso de la ANAP.
En las intervenciones, cargadas todas de optimismo, objetividad y transparencia; mujeres, hombres, jóvenes, adultos mayores (de todos ellos se nutren las unidades campesinas), se pronuncian por incrementar aportes individuales y colectivos, sustituir importaciones, hacer dejación de los productos que producen y que se incluyen en los que el Estado les entrega en canasta básica.
Pero, no sólo de caña, cerdos, viandas, hortalizas, contrataciones se habla en estos encuentros. Quienes hacen producir la tierra también se preocupan porque se apliquen y generalicen los adelantos de la ciencia y la técnica, se enseñe la historia local y de Cuba, se inculque el amor por el campo a los más jóvenes, pues de él emana todo lo que asegura alimentación y salud.
A ellos les interesa además, una mayor vinculación con las organizaciones de masas, la FMC, los CDR, precisamente para unidos asumir cada proceso a favor de nuestro sistema social y enfrentar las patrañas del imperialismo que nos bloquea. Todo eso es patriotismo. Lo que me lleva a afirmar que en San Luis las Asas previas a la cita campesina de mayo venidero ensanchan y fortalecen el concepto de patria.
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