Plaza de la revolución

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martes, 5 de noviembre de 2019

De no haber existido Revolución ni Solás, no hubiera Adela Legrá

Por Karina Sotomayor Otero

Santiago de Cuba, 5 nov.— La joven de origen campesino que deslumbró al cineasta Humberto Solás está celebrando 80 años. Encontramos a Adela Legrá, en el Hogar de Abuelos 90 y más, en Santiago de Cuba y con evidente emoción y su peculiar personalidad, habló de Fidel, de sus 4 hijos, de Solás y la Revolución Cubana. Confesó que su proyecto ahora es dedicarse a vivir más y repensar la manera de hacer por Santiago y Cuba.

Mantiene el mismo rostro reacio y los gestos de mujer segura de cuando le encontró Humberto Solás en Baracoa. Adela Legrá celebra 80 años y no siente pena en decir su edad: “Yo estoy orgullosa de mi edad, pues nadie me quita lo bailao” declaró, con una media sonrisa en el rostro, los ojos muy abiertos y el ademán de lucha contra los molinos de vientos que quizás tiempos atrás le perseguían.

Celebraba sus ochenta lunas y soles en un Hogar de Ancianos, su círculo infantil como bien lo definió. Entre canciones de Silvio Rodríguez y algunos temas de la vieja trova santiaguera, entre nuevos amigos, ella cantaba y lideraba el coro improvisado, la Legrá de Humberto Solás contaba un año más de una vida singular e intensa: “Tengo cuatro hijos y tres de ellos los tuve en la casa, con las llamadas comadronas, ellos son parte de mis mejores momentos. Recuerdo cada día a Solás, si él no hubiese existido, yo no fuera lo que hoy conocen como Adela Legrá, si no existiera esta Revolución, yo no estaría aquí. Era una guajira desconocida hasta que hombre y Revolución llegaron a mi vida y aunque muchos no querían que yo hiciera las películas, él dijo que sí”, confesó con el orgullo de un cabello matizado en canas y también con las memorias de tantas épocas vividas.

Otro periodista le exhortó a recordar su mejor conversación y la mujer fuerte, de pronto se volvió débil y los ojos le nadaron en recuerdos y nostalgias: “El conversar con Fidel, fueron como dos horas, fue mucho tiempo y al final me convenció, al final hice lo que me decía. Hablamos de mi superación y el futuro, pero esa conversación me sigue como una de las cosas mejores de mi vida”, contó la todavía cineasta, aún la mujer bravía.

Si le preguntan por la presencia de la mujer en la cinematografía cubana, dice que todo está bien si le preguntan por Cuba, no espera a terminar a quien interroga y agarra el micrófono: “la revolución hace mucho por nosotros y después exigimos de ella, y no somos parte de los cambios para salir adelante. Si yo deseo cosas, no puedo esperar a que otro haga lo que yo quiero disfrutar. Mientras tanto pienso que hice con deseo todo lo que me propuse y seguiré así, siendo frontera y libro abierto para los que quieran aprender de lo poco que sé”, comentó la mujer del lirio en pelo y sonrisa a medias que es Adela Legrá.

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