Plaza de la revolución

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domingo, 24 de mayo de 2015

Emilio Bacardí, precursor de la cultura santiaguera


Emilio Bacardi MoreauPor Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 24 may.— Por estos tiempos en que Santiago de Cuba se prepara para festejar el Aniversario 500 de la Villa de Santiago Apóstol, es bueno tener presente a aquellos hombres y mujeres que con sus esfuerzos, en cualquier sentido, contribuyeron a engrandecer la ciudad.

Tal es el caso de Emilio Bacardí Moreau, cuyas huellas han quedado imborrables en Santiago de Cuba, por lo mucho que le dio e hizo por la ciudad antes y después del período republicano, como la fundación en 1899 del primer museo de Cuba, que hoy lleva su nombre, y que constituye un baluarte de la cultura, no solo de Santiago, sino de toda la isla.

Emilio Bacardí Moreau, había nacido en Santiago de Cuba el 5 de junio de 1844 y entre 1868 y 1898, participó en múltiples actividades conspirativas contra España, por lo que fue llevado a prisión y al destierro por largos años, y solo pudo regresar a la isla tras el fin de la Guerra de Independencia.

Al producirse la derrota de España, Emilio Bacardí asume la alcaldía municipal de Santiago de Cuba, dedicándose con fervor a esa tarea y sobre todo, a mejorar aspectos sociales de la población, entre ellos, la construcción de escuelas y otras obras públicas, como el propio museo que lleva su nombre, la Biblioteca que lleva hoy el nombre de su esposa Elvira Cape, la Escuela de Bellas Artes y la Banda de Música Municipal.

En 1901 Emilio Bacardí fue elegido nuevamente alcalde por la población, ocasión en que oficializó dos bellas tradiciones de la ciudad: La Fiesta de la Bandera los 31 de diciembre a las 12 de la noche y comenzar y finalizar con el Himno Nacional las retretas de la Banda Municipal, en la Plaza de Armas, hoy Parque Céspedes.

Su vida pública fue más allá de su natal Santiago y en 1906 fue electo Senador de la República, posición desde la cual combatió la corrupción administrativa y la prepotencia de los más poderosos, fustigando a aquellos que apelaban a la intervención norteamericana para resolver los problemas de la isla.

Como intelectual, Emilio Bacardí dejó escritas un gran número de obras, entre ellas sus crónicas de Santiago de Cuba, que en 10 tomos muestran la vida cotidiana de la ciudad desde su fundación en 1515 hasta los albores del Siglo XX.

Emilio Bacardí Moreau murió el 28 de agosto de 1922 a la edad de 78 años, después de una fructífera vida a la cual Santiago de Cuba a debe mucho y por lo que habrá que recordarlo siempre como lo que, fue un benefactor de la ciudad.

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