Por Armando Fernández MartíSantiago de Cuba, 1 jul.— El 10 de marzo de 1952 el ex dictador cubano Fulgencio Batista se apropiaba del poder nuevamente mediante un golpe de estado estaba de hecho, destrozando la Constitución de 1940, considerada como la más avanzada que tuvo la República de Cuba desde que esta se proclamara en mayo de 1902 hasta el triunfo de la revolución cubana en enero de 1959.
Precisamente esa Constitución de 1940
había sido firmada por los constituyentes el primero de julio de ese año
en el histórico poblado camagüeyano de Guáimaro, donde el 10 de abril
de 1869 se aprobó la Primera Ley Fundamental de la Isla que dio
nacimiento a la República en Armas, que se mantuvo como gobierno y
parlamento propio durante los diez años que duró la guerra.
La Constitución del 1940 que entraría en vigor a partir del 10 de octubre de ese año, fue considerada además, como la más progresista de América Latina y ella fue el resultado del esfuerzo mancomunado de todas las fuerzas políticas del país para plasmar en su texto lo más avanzado del pensamiento político y social de la época, tanto de Cuba como del resto de los países capitalistas del mundo.
Esa Constitución fue la primera que en los países latinoamericanos estableció la eliminación del latifundio, el derecho de los trabajadores a la huelga, proscribió la discriminación racial o de sexo, estableció la igualdad de la mujer, se pronunció por una educación general y gratuita y por una salud pública al alcance de todos, entre otros postulados que beneficiaban principalmente a los mas desposeídos de la época cubana de entonces.
No obstante el carácter de ese texto constitucional, el sistema político y social existente en Cuba por entonces no permitió muchas libertades para el cumplimiento de esos postulados y sobre todo, de aquellos que constituían un peligro para los intereses de la burguesía criolla y de los extranjeros, como en el caso de la erradicación del latifundio que nada pudieron hacer los gobiernos en ese sentido.
Con el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 el ex dictador Fulgencio Batista erigió su poder inconstitucionalmente, echando por tierra los beneficios ganados por el pueblo cubano en la Constitución de 1940 y no fue hasta el 7 de febrero de 1959 que la nación volvió a retomar el camino de la democracia al aprobarse una Nueva Ley Fundamental de carácter provisional, que mantuvo vigente muchos de los postulados de la Constitución de 1940 acondicionándola a l a nueva realidad política de la nación.
No sería hasta el 24 de febrero de 1976 que cesó ese carácter provisional de la Revolución y el Gobierno Revolucionario al entrar en vigor la Constitución Socialista, que desde entonces rige los destinos del país bajo la conducción del Partido Comunista de cuba.
La Constitución del 1940 que entraría en vigor a partir del 10 de octubre de ese año, fue considerada además, como la más progresista de América Latina y ella fue el resultado del esfuerzo mancomunado de todas las fuerzas políticas del país para plasmar en su texto lo más avanzado del pensamiento político y social de la época, tanto de Cuba como del resto de los países capitalistas del mundo.
Esa Constitución fue la primera que en los países latinoamericanos estableció la eliminación del latifundio, el derecho de los trabajadores a la huelga, proscribió la discriminación racial o de sexo, estableció la igualdad de la mujer, se pronunció por una educación general y gratuita y por una salud pública al alcance de todos, entre otros postulados que beneficiaban principalmente a los mas desposeídos de la época cubana de entonces.
No obstante el carácter de ese texto constitucional, el sistema político y social existente en Cuba por entonces no permitió muchas libertades para el cumplimiento de esos postulados y sobre todo, de aquellos que constituían un peligro para los intereses de la burguesía criolla y de los extranjeros, como en el caso de la erradicación del latifundio que nada pudieron hacer los gobiernos en ese sentido.
Con el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 el ex dictador Fulgencio Batista erigió su poder inconstitucionalmente, echando por tierra los beneficios ganados por el pueblo cubano en la Constitución de 1940 y no fue hasta el 7 de febrero de 1959 que la nación volvió a retomar el camino de la democracia al aprobarse una Nueva Ley Fundamental de carácter provisional, que mantuvo vigente muchos de los postulados de la Constitución de 1940 acondicionándola a l a nueva realidad política de la nación.
No sería hasta el 24 de febrero de 1976 que cesó ese carácter provisional de la Revolución y el Gobierno Revolucionario al entrar en vigor la Constitución Socialista, que desde entonces rige los destinos del país bajo la conducción del Partido Comunista de cuba.
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