Plaza de la revolución

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lunes, 3 de marzo de 2014

Bonifacio Byrne y el poema Mi bandera

Por Armando Fernández Martí

Santiago de cuba, 3 mar.— El 3 de marzo de 1898, coincidiendo con la fecha de su natalicio, cumplía ese día 39 años de edad, regreso a Cuba el poeta matancero Bonifacio Byrne, tras permanecer poco más de dos años exiliado en Estados Unidos por razones políticas, pues gran parte de sus versos fueron denuncias al régimen colonial.

Más lo que pudo ser para Bonifacio su más grande alegría retornar a la patria, se convirtió en un momento de tristeza y dolor para él, cuando al entrar en la bahía de La Habana el vapor en que regresaba divisó en lo más alto  del Castillo del Morro la bandera cubana y ondeando a su lado la de los Estados unidos, el país interventor.

De ese doloroso cuadro observado por Byrne le brotó una indignada  inspiración para escribir su patriótico poema “Mi bandera”, que todavía hoy, 115 años después, emociona a los corazones de los cubanos:

“Al volver de distantes riberas / con el alma enlutada y  sombría / afanoso busqué mi bandera / y otra he visto además de la mía, / No la veis mi bandera es aquella, / que no ha sido jamás mercenaria, / y en su triángulo brilla una estrella / con más luz cuánto más solitaria”

Aquel poema le ganó a Bonifacio Byrne el apelativo del poeta de la bandera, sumado a ello, la denominación de “Poeta de la guerra” como ya era  llamado por el  patriotismo de sus versos, donde resaltaba hechos trascendentales de las gestas independentista y sus próceres, que recogidos en poemarios sus ventas tenían como fin incrementar los fondos para la causa revolucionaria.

Byrne falleció el 4 de julio de 1930 a la edad de 71 años. Tuvo la satisfacción, con la llegada de la República en 1902 de ver la bandera tricolor solitaria, pero se fue de la vida con el dolor de una patria mancillada por la Enmienda Platt, impuesta por Estados Unidos a la Constitución de la isla, tan humillante como la misma intervención yanqui.

“Con la fe de las almas austeras / hoy sostengo con honda energía, /  que no deben flotar dos banderas / donde baste con una, la mía”

Otros hombres y otras generaciones de cubanos lucharían por cumplir ese legado de Bonifacio Byrne de ver ondeando su bandera y su patria libre de toda atadura para que una y otra, sean tan soberanas como el cielo azul que la cubre y de no ser así, se harán una realidad los versos de la última estrofa del poema escrito por el matancero Bonifacio Byrne, hace hoy 115 años.

“Si desecha en menudos pedazos / se llega a ver mi bandera algún día, / nuestros muertos alzando los brazos / la sabrán defender todavía”

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