La riqueza cultural de los países que confluyen en el mar Caribe quedó demostrada, una vez más, al paso del Desfile de la Serpiente, actividad de mayor convocatoria popular de la Fiesta del Fuego.
Los grupos portadores de las tradiciones de la región evidenciaron hoy, en esta urbe oriental, la valía de un evento que aboga por la integración desde la cultura.
Representantes de más de una veintena de países recorrieron la céntrica calle Aguilera, una de las arterias principales de esta ciudad, mostrando los colores brillantes y los bailes cadenciosos que identifican el área caribeña.
En las danzas y los enérgicos ritmos de tambores se adivinaban ancestros comunes: africanos robados de sus tierras y europeos con historia milenaria en busca de nuevos horizontes que engendró una identidad única: la caribeña, la cual ha mantenido su esencia hasta la contemporaneidad.
El histórico Parque Céspedes sirvió también de escenario a los diferentes momentos del desfile, en especial para la actuación de los conjuntos artísticos de Colombia, a la que se dedicó esta edición del Festival.
Pero el gran protagonista de la cita lo constituyó el pueblo, que disfrutó como suyas las manifestaciones artísticas de los grupos participantes.
Con el paso de la comparsa del Carnaval de Barranquilla, fiesta folclórica y cultural más importante de Colombia, cerró el Desfile de la Serpiente, una de las acciones del Festival del Caribe más arraigadas en la identidad santiaguera.
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