El Secretariado Ejecutivo Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) convocó al VIII Congreso de la mayor organización de masas del país, con más de ocho millones de miembros.
En documento dirigido a los cederistas de toda Cuba, que publica hoy íntegramente Juventud Rebelde, se recuerda aquel histórico 28 de septiembre de 1960, cuando al llamado del líder de la Revolución, Fidel Castro, el pueblo se organizó en los CDR.
Esta potente fuerza defensora de la inmensa obra revolucionaria, que agrupa en su seno al 92,6 por ciento de las cubanas y cubanos mayores de 14 años, es símbolo de la unidad de un pueblo decidido a mantener su identidad como nación y a perpetuar la voluntad soberana de construir la sociedad socialista, subraya.
Luego de consignar que los Comités de Defensa de la Revolución constituyen un aporte de la Revolución Cubana, precisa que en el año de su aniversario 53 se convoca al VIII Congreso, momento oportuno –dice- para desde el barrio, efectuar una mirada profunda, una reflexión despojada de triunfalismos, en aras de valorar objetivamente lo alcanzado, criticar las deficiencias y proponer soluciones a los problemas.
Fortalecer el funcionamiento de las estructuras a todos los niveles, elevar la combatividad y el enfrentamiento a la contrarrevolución, el delito, las ilegalidades y las manifestaciones antisociales, con más vigilancia y combatividad revolucionaria, es igualmente propósito de la magna cita, llamada a incrementar también el trabajo político-ideológico y de prevención.
Convocamos a que este sea el Congreso de la familia cubana, la que por más de medio siglo ha sido defensora de la unidad como arma estratégica de la Revolución, la que fomenta la solidaridad entre vecinos, promueve el fortalecimiento de los valores y es ejemplo de coraje, dignidad, firmeza y patriotismo, subraya el texto.
Este concluye instando a los cederistas, desde cada barrio, a seguir adelante, manteniéndose en permanente combate en defensa de la Revolución, que ha hecho de cada uno de nosotros mujeres y hombres libres y plenos, y cierra con un ¡Hasta la victoria siempre! y las consignas inmarcesibles de ¡Patria o Muerte!, ¡Venceremos!
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