Autor: Israel Hernández
El restaurante La Esperanza en un acogedor sitio de Santiago de Cuba reinaugurado para brindar al público una variada oferta a base de vegetales, viandas y hortalizas, surtido garantizado gracias a los resultados del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana en esa provincia.
Un sabroso quimbobó con carne, arroces con vegetales, sopas y cremas especiales son algunas de las variadas ofertas que se comercializan en el único restaurante vegetariano de la ciudad.
Es aquí donde 38 comensales pueden degustar la rica comida energética que elabora su especializado personal, gracias a un surtido estable de viandas, vegetales, hortalizas y condimentos, todos ellos obtenidos gracias al Programa de Agricultura Urbana y Suburbana de la provincia.
Según Adolfo Rodríguez Nodal, Jefe del Grupo Nacional del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana es una iniciativa que debiera copiarse en varias provincias cubanas que tienen un buen resultado en la obtención de alimentos gracias al programa.
“En el caso de Santiago de Cuba podemos aumentar el surtido. Hay están los organopónicos, las parcelas, patios y garantizada está la presencia de los vegetales”, afirmó Rodríguez Nodal en la reinauguración del restaurante.
Berenjenas rellenas con jamón, acelgas compuesta y ensalada y postres a base de frutas y quesos son algunos ejemplos de las preparaciones cuyos precios móedicos garantizan una deliciosa degustación a la vez que permiten a los clientes consumir alimentos sanos y necesarios para el organismo.
“Esto permite que la población adquiera mayor cultura gastronómica al consumir productos con propiedades buenas para el organismo, incluso con efectos muy beneficiarios para la salud”, aseguró el Jefe del Grupo Nacional del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana.
Es La Esperanza un restaurante cuya gestión comercial contribuye a que siempre cuente con materias prima para sus preparaciones e ingredientes de frescura garantizada.
“Es otra cosa que me ha gustado de este sitio: la vinculación directa del restaurante con los organopónicos y los lugares de cosecha. Así llegan muy frescos los productos y con mayor calidad. Hay que eliminar al máximo los intermediarios”, sentenció Rodríguez Nodal.
Este restaurante abrió sus puertas por primera vez hace unos años pero el poco abastecimiento de productos y la poca visión comercial y la supresión de su objeto de especialización malograron la aceptación del público y con ello fracasó el restaurante. Hoy el panoirama es bien diferente en el ámbito productivo y comercial. Se materializa así la esperanza que tuvieron los santiagueros amantes de una dieta apetitosa y sana.
El restaurante La Esperanza en un acogedor sitio de Santiago de Cuba reinaugurado para brindar al público una variada oferta a base de vegetales, viandas y hortalizas, surtido garantizado gracias a los resultados del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana en esa provincia.
Un sabroso quimbobó con carne, arroces con vegetales, sopas y cremas especiales son algunas de las variadas ofertas que se comercializan en el único restaurante vegetariano de la ciudad.
Es aquí donde 38 comensales pueden degustar la rica comida energética que elabora su especializado personal, gracias a un surtido estable de viandas, vegetales, hortalizas y condimentos, todos ellos obtenidos gracias al Programa de Agricultura Urbana y Suburbana de la provincia.
Según Adolfo Rodríguez Nodal, Jefe del Grupo Nacional del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana es una iniciativa que debiera copiarse en varias provincias cubanas que tienen un buen resultado en la obtención de alimentos gracias al programa.
“En el caso de Santiago de Cuba podemos aumentar el surtido. Hay están los organopónicos, las parcelas, patios y garantizada está la presencia de los vegetales”, afirmó Rodríguez Nodal en la reinauguración del restaurante.
Berenjenas rellenas con jamón, acelgas compuesta y ensalada y postres a base de frutas y quesos son algunos ejemplos de las preparaciones cuyos precios móedicos garantizan una deliciosa degustación a la vez que permiten a los clientes consumir alimentos sanos y necesarios para el organismo.
“Esto permite que la población adquiera mayor cultura gastronómica al consumir productos con propiedades buenas para el organismo, incluso con efectos muy beneficiarios para la salud”, aseguró el Jefe del Grupo Nacional del Programa de la Agricultura Urbana y Suburbana.
Es La Esperanza un restaurante cuya gestión comercial contribuye a que siempre cuente con materias prima para sus preparaciones e ingredientes de frescura garantizada.
“Es otra cosa que me ha gustado de este sitio: la vinculación directa del restaurante con los organopónicos y los lugares de cosecha. Así llegan muy frescos los productos y con mayor calidad. Hay que eliminar al máximo los intermediarios”, sentenció Rodríguez Nodal.
Este restaurante abrió sus puertas por primera vez hace unos años pero el poco abastecimiento de productos y la poca visión comercial y la supresión de su objeto de especialización malograron la aceptación del público y con ello fracasó el restaurante. Hoy el panoirama es bien diferente en el ámbito productivo y comercial. Se materializa así la esperanza que tuvieron los santiagueros amantes de una dieta apetitosa y sana.
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