Santiago de Cuba, 16 oct.— Preservación de especies amenazadas, fincas forestales, polígonos de conservación de suelos y aumento de la cultura agroecológica del campesinado sobresalen en el proyecto Conectando Paisajes, que llega a la primera mitad de su ejecución en esta provincia suroriental.
Apoyado por el sistema de Naciones Unidas, esta iniciativa trabaja desde 2014 hasta 2022 para conservar ecosistemas montañosos a nivel de paisajes completos de hábitats interrelacionados, naturales o intervenidos por el hombre.
Yoira Rivera, coordinadora provincial del proyecto, refirió a la ACN que la participación de las comunidades ha sido clave en las zonas de acción, asociadas al Pico Cristal y Charrascales de Mícara en Segundo Frente y La Caoba, en San Luis.
En Segundo Frente, valles degradados y arroyos secos que han resurgido, 18 fincas con 34 mil 625 hectáreas de cultivos forestales y fomento de especies en peligro de extinción, como el caguairán, el tengue y el dagame, destacan entre los logros.
Rivera señaló que preservar los bosques es fundamental para proteger especies como la cotorra y el almiquí, ambos en peligro de extinción.
En inventarios biológicos rápidos liderados por Rivera en cinco fincas agroforestales este año, se contabilizaron 734 especies de flora, 23 endémicas y dos amenazadas.
Además, se localizaron 393 especies de moluscos, aves, anfibios, reptiles e insectos, 110 endémicas y 10 amenazadas, aunque continúa el conteo de la variedad de especies y la cantidad de endémicas y amenazadas.
Ejemplos como la cooperativa Alcibíades Blanco, cuyos suelos no servían para cultivar café, se destacan en la actividad forestal; otras, como La Calabaza, sobresalen en prácticas sostenibles que generan más café y protegen el ambiente.
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