Plaza de la revolución

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domingo, 10 de diciembre de 2017

José Cuevas: Ser ciego en Cuba no es soledad ni abandono

Por Aida Quintero Dip

Santiago de Cuba, 10 dic.— El santiaguero José Cuevas Veranes tiene la virtud de poseer una luz interior que conquista y el don de la sabiduría innata, de gusto por el diálogo profundo, pensamiento diáfano, afable, alegre, a pesar de ser ciego.

Pero es que vivo en Cuba, donde tener alguna discapacidad no es impedimento para crecer en todos los sentidos, ser feliz y útil a los demás, confiesa con una sonrisa que no deja dudas de su afirmación.
 
Trabajar, crear, amar, afán por estar siempre al servicio de sus semejantes y ese sexto sentido para ver con los ojos del alma, constituyen bastones que guían sus pasos por la vida.
  
Casi adolescente alfabetizó en Baracoa, donde llevó la luz del saber a los campesinos, una de las tareas que guarda con cariño, quizás por su intacta vocación de maestro, de los formados en la antigua Escuela Normal de Santiago de Cuba, donde conoció a Frank País y a Pepito Tey.
  
Una apasionada capacidad para defender la Revolución en cualquier tribuna, distingue la rica trayectoria de este hombre que guarda con orgullo su condición de delegado al IV Congreso del Partido Comunista de Cuba.
  
Desde el 28 de septiembre de 1969, cuando Fidel llamó a formar los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), estoy en vigilia permanente cuidando la Patria como la niña de mis ojos, dice quien fue miembro del Secretariado de esa organización en la provincia de Santiago de Cuba.
 
A los CDR le debo conocer bien a las personas, saber la hora exacta para tratar asuntos y encomendar misiones, en un contacto siempre sincero, refiere; tal vez por eso abundan los saludos a su paso y Cuevas conoce hasta por la voz a aquellos que le profesan tanto respeto.
 
Ahora su tiempo lo dedica con gusto a la Asociación Nacional del Ciego (ANCI), pues está al frente de la organización en la provincia de Santiago de Cuba, Vanguardia Nacional por más de 20 años consecutivos.
  
Los logros son evidentes; en el crecimiento este es el territorio con más miembros, unos cuatro mil; creamos cerca de 100 comités de apoyo en el campo y en la ciudad, tenemos una faena notable en la rehabilitación del ciego, empeño que más ennoblece nuestra obra, recalca.
  
En la labor diferenciada con los ciegos y débiles visuales hacemos énfasis en los jóvenes, las mujeres y personas de la tercera edad, pues necesitan mucho respaldo y valerse por sí mismos, añade.
 
Como premio a su entrega ostenta varias condecoraciones, ha viajado a Hungría, Alemania, Checoslovaquia, España, Yuloslavia, y estuvo en un Congreso de la Unión del Ciego Latinoamericano, en Panamá.
 
Este santiaguero no repara en su discapacidad, escribe poemas, cuentos, ha ganado  premios en testimonio en encuentros de escritores de la ANCI, y quienes lo conocen bien comentan que es bueno en la cocina, con  recetas apetitosas que han obtenido lauros en foros de ciencia y técnica.
 
Estuvo varias veces en actos cerca de Fidel, pero recuerda con emoción cuando el líder de la Revolución inauguró la escuela para niños ciegos y débiles visuales Antonio Fernández León, de Boniato, y Cuevas le dijo: “Comandante usted me inspira para estar entero”.
 
Me gusta actualizarme, tengo un radio de pilas al lado, oigo televisión, me leen los periódicos, analizo materiales mediante el Sistema Braille, soy autodidacta y modestamente sé de política, economía, cultura, precisa sin alarde de erudición.
  
En la asociación empleo mis potencialidades en un empeño útil y humano, a ella llegué humildemente, a raíz de mi estado, después de cinco operaciones y quedar ciego por glaucoma”, expresa quien es ejemplo de los que no creen en la adversidad.
 
A José Cuevas Veranes los éxitos de la ANCI y sus dos hijos y dos nietos le renuevan por minutos la vitalidad de esa luz interior que le distingue, en una nación donde disfruta todos sus derechos y ser ciego no es soledad ni abandono.   

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