Por Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba, 12 feb.— Es el acto que más sigue enlutando a familias santiagueras. Si bien los accidentes del tránsito en la provincia registraron un descenso el pasado 2013 con la ocurrencia de 778, esta continúa siendo una cifra bastante alta. Pese a que la accidentalidad decreció en comparación con años anteriores, la mortalidad en este tipo de evento creció a 31 fallecidos, además de los mil 141 lesionados vinculados en estas fatalidades.
¿Causas? Hay varias. Las que más incidieron según autoridades de Tránsito en la provincia fueron el no respeto del derecho de vía por parte de conductores y el defectuoso estado técnico de los vehículos, sobre todo los camiones utilizados para la transportación masiva.
Los accidentes de tránsito competen a todos los sectores sociales. No basta con ser conductor. Gran responsabilidad en ellos tienen, en el caso del sector estatal, los organismos a los que están inscritos los vehículos. Entidades como el Ministerio de Transporte y el Ministerio del Turismo exhiben una alta tasa de accidentalidad. Pareciera aplicarse aquí el antiguo adagio popular: "En casa de herrero, cuchillo de palo".
Si bien los accidentes donde se encuentran enrolados autos de alquiler para el turismo escapan un poco de las acciones cotidianas que podemos emprender internamente, los que tienen que ver con la dirección provincial de transporte son responsabilidad directa de un trabajo muy básico en la educación vial de los conductores, puntal hoy de la seguridad en la circulación.
Por parte del sector privado existen dos elementos que tuvieron mayor preponderancia en los accidentes del pasado año: las motocicletas y los peatones. El poco o ningún conocimiento del código de vialidad y tránsito por parte de ambos es sinónimo de incidencia en los percances de la vía. Todo redunda en la necesidad de adquirir mayor cultura vial.
Es por ello que las estrategias para este 2014 están encaminadas a la educación. Un esfuerzo conjunto de Tránsito y la Dirección Provincial de Transporte pone como objetivo la disminución de los accidentes en la vía para este año.
El refuerzo de las charlas educativas en centros laborales en aras de la prevención será uno de los pilares de la estrategia que comprende además mayor cantidad de mensajes de bien público a través de los medios de comunicación y la diseminación del Código de Vialidad y Tránsito en la sociedad para ayudar a tener una mejor visión de cómo comportarse a la hora de circular por calles y avenidas.
Es hora de interiorizar que la vida se puede apagar en un segundo si se conduce con irresponsabilidad. Darle paso a la vida es más que un slogan, debe ser una filosofía incorporada a nuestro diario andar.
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