Autor : Isabel Zaldívar Diéguez Fotos: Miguel Noa e Isabel Zaldívar Diéguez
Por estos días finales del año los tambores de Enrique Bonne celebran 50
años de vida con su tropa prácticamente rejuvenecida. El grupo es
conocido popularmente como los Tambores de Bonne, y no existe evento
importante del territorio oriental y nacional donde su toque no llegue.
Cuentan
en reseña histórica de trayectoria artística que el grupo comenzó en
1959 con 7 integrantes actuando en los Carnavales de la capital; pero
realmente se conformó con 54 músicos y debutó en el carnaval de La
Habana en 1962.
De sus presentaciones en esta urbe se puede
hablar mucho porque en cada carnaval, espectáculo de relevancia nacional
o de agasajo a algún artista, Los Tambores de Enrique Bonne eran
invitados fijos.
Tanto creció su fama de cosechar alegría, que se
hicieron indispensables en los carnavales de varias ciudades del
archipiélago cubano. Ni que comentar de los acompañamientos que hicieron
en anfiteatros a Los Irakeres y a Michel Legrand, compositor y cantante
francés, ganador tres veces del Oscar de la Academia de Hollywood.
Tema
aparte, el de sus presentaciones en la Televisión Nacional respaldando
musicalmente a figuras como Ramón Calzadilla, Rosita Fornés, Luis Carbonell, Alden Naigth, los maestros Adolfo Guzmán y Rafael Somavilla a dos pianos, entre otros. Los
tambores de Enrique Bonne también participaron en los Centroamericanos
de 1982, en el Festival de Música Cubana, en la convención de Turismo en
Varadero y en otras tantas actividades, que la lista sería casi
interminable a lo largo de medio siglo de perenne actividad.
Hoy
la agrupación tiene 22 miembros; pero qué decir de ellos, que son
maestros en el bocú, quinto, tumbadora, campana, tambora, chequeré...
Pues se los digo, son hijos de barrios humildes, nacidos con sus
instrumentos debajo del brazo y prestos a regalar ese calor musical, esa
alegría que les brota del alma. No son formados académicamente, pero sí
percusionistas gigantes de la música cubana. Hacen honor a su nombre de
plantilla: A de Enrique Bonne.
Por estos días los santiagueros disfrutan de las variadas ofertas
culturales por el fin de año. Como es habitual la Asociación Hermanos
Saiz se inserta en las noches santiagueras, festividad popular muy
seguida por los de esta tierra.
Esta vez lo hacen con la
exhibición de materiales audiovisuales de realizadores de video de todo
el país, entre los que se incluyen cortos de ficción y videos clip. Otra
importante opción de esta juvenil organización son las estatuas
vivientes, con el grupo "Ojos" como protagonista, cuyo atractivo llama
la atención de los transeúntes.
Liderado por los jóvenes el día
27 a las 9:00 de la noche en la escalinata del museo Emilio Bacardí
tendrá lugar un concierto de Jazz. En el elenco estarán los jóvenes
integrantes del grupo "Influencia", premiadosde la última edición del
Jojazz. Mientras el 28 en la sede de la asociación tendrá lugar otro
importante concierto para cerrar el año 2012. Por
otro lado el día 28 la sala de conciertos Dolores propone el concierto
"Bolereando en grande" bajo la dirección de Eliades Quezada. Y al día
siguiente, el 29, a las 11 de la mañana un concierto de Jennifer Almeida
y las cantorías "Pan y Canela", y "Voz Melodías".
A las 8 de
la noche en el mismo escenario se realizará un concierto de la Orquesta
Sinfónica de Oriente con dirección de Dalia Abreu. Y el domingo 30 a las
10.00 de la mañana cerrará esta institución con el Orfeón Santiago en
concierto, sin dudas un regalo para los santiagueros.
De las
artes escénicas destaca la Guerrilla del Golen con el estreno del
espectáculo "Morir". Una puesta que trata fundamentalmente de la
relación de la muerte con la vida. Esto será viernes 28, sábado 29 y el
domingo 30 en los horarios habituales.