Plaza de la revolución
miércoles, 7 de mayo de 2014
Anillo cero de Santiago de Cuba la restauración de una historia
Por Brita Garcia Alberteris
Santiago de Cuba, 7 may.— Recorrer el Parque Céspedes es para los santiagueros un viaje a su historia fundacional, y su belleza encantadora nos anima a conservar la arquitectura. Cada una de sus esquinas tiene una historia que contar, porque ese el anillo cero de la ciudad.
En una de esas esquinas, al lado del Hotel Casa Granda, está la oficina de INFOTUR en la primera planta y en sus otros dos pisos es una vivienda. Tras el paso del huracán Sandy perdió su tercer piso, por eso la necesidad de rehabilitarla.
“Aquí trabajan los obreros de la oficina del Conservador de la Ciudad en la restauración total de las paredes, antes estuvieron los trabajadores de la Empresa de Aseguramiento y Mantenimiento a la Educación, que pusieron el techo a dos aguas y con protección contra el viento”, expresa Eduardo Pérez propietario de la vivienda.
Justo al lado, los trabajadores de la empresa de conservación de patrimonios se ufanan para que la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral luzca como nueva en el tiempo. Ya hoy, a casi dos años del paso del ciclón devastador, luce orgullosa una de sus cupulinas.
Recordar las diferentes estructuras que tuvo al iglesia desde su fundación, permite avizorar la riqueza del inmueble. Trabajos de restauración como este, se realizan en otros espacios de la zona debido al reordenamiento de la urbe, según expresa Hortensia Estrada Sabourí, Arquitecta especialista del Plan Maestro de la Oficina Conservador de la Ciudad en el tema de los anillos fundacionales.
“La villa conserva la estructura con la que nació, una plaza y en sus alrededores las construcciones más importantes. Se trabaja para reparar las once edificaciones que circundan el anillo cero, en estos momentos se restaura el otrora Club San Carlos, actual Casa de Cultura Municipal; se trabaja en el Restaurante Plaza de armas para hacer en su segundo piso un Ciber-choco, en la Casa de Diego Velázquez, Museo de ambiente histórico se restaura el inmueble del siglo XIX.”
Continuar el paseo por el anillo cero obliga inexorablemente a cuestionarse las historias que se tejen alrededor del Club San Carlos. Nacido con problemas estructurales, la labor de conservación se hace más complicada también, por el abandono sufrido en los últimos años.
La Sala de Conciertos “Esteban Salas” tiene una ornamentación hecha con cultura del detalle, es un gran espacio del segundo piso y su deterioro es tal que hace dudar el logro del rescate total de la ambientación.
Recuperar la arquitectura es tan importante como recobrar las leyes de urbanidad de los hombres que recorrieron durante cinco siglos el sitio fundacional de Santiago de Cuba.
Santiago de Cuba, 7 may.— Recorrer el Parque Céspedes es para los santiagueros un viaje a su historia fundacional, y su belleza encantadora nos anima a conservar la arquitectura. Cada una de sus esquinas tiene una historia que contar, porque ese el anillo cero de la ciudad.
En una de esas esquinas, al lado del Hotel Casa Granda, está la oficina de INFOTUR en la primera planta y en sus otros dos pisos es una vivienda. Tras el paso del huracán Sandy perdió su tercer piso, por eso la necesidad de rehabilitarla.
“Aquí trabajan los obreros de la oficina del Conservador de la Ciudad en la restauración total de las paredes, antes estuvieron los trabajadores de la Empresa de Aseguramiento y Mantenimiento a la Educación, que pusieron el techo a dos aguas y con protección contra el viento”, expresa Eduardo Pérez propietario de la vivienda.
Justo al lado, los trabajadores de la empresa de conservación de patrimonios se ufanan para que la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral luzca como nueva en el tiempo. Ya hoy, a casi dos años del paso del ciclón devastador, luce orgullosa una de sus cupulinas.
Recordar las diferentes estructuras que tuvo al iglesia desde su fundación, permite avizorar la riqueza del inmueble. Trabajos de restauración como este, se realizan en otros espacios de la zona debido al reordenamiento de la urbe, según expresa Hortensia Estrada Sabourí, Arquitecta especialista del Plan Maestro de la Oficina Conservador de la Ciudad en el tema de los anillos fundacionales.
“La villa conserva la estructura con la que nació, una plaza y en sus alrededores las construcciones más importantes. Se trabaja para reparar las once edificaciones que circundan el anillo cero, en estos momentos se restaura el otrora Club San Carlos, actual Casa de Cultura Municipal; se trabaja en el Restaurante Plaza de armas para hacer en su segundo piso un Ciber-choco, en la Casa de Diego Velázquez, Museo de ambiente histórico se restaura el inmueble del siglo XIX.”
Continuar el paseo por el anillo cero obliga inexorablemente a cuestionarse las historias que se tejen alrededor del Club San Carlos. Nacido con problemas estructurales, la labor de conservación se hace más complicada también, por el abandono sufrido en los últimos años.
La Sala de Conciertos “Esteban Salas” tiene una ornamentación hecha con cultura del detalle, es un gran espacio del segundo piso y su deterioro es tal que hace dudar el logro del rescate total de la ambientación.
Recuperar la arquitectura es tan importante como recobrar las leyes de urbanidad de los hombres que recorrieron durante cinco siglos el sitio fundacional de Santiago de Cuba.
Diem Bien Phu, derrota francesa en Vietnam
Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 7 may.— Se cumplen hoy
60 años de aquel 7 de mayo de MIL 954 cuando el ejército colonialista
francés fue bochornosamente derrotado por las Fuerzas Armadas Populares
de Vietnam en la histórica batalla de Diem Bien Phu, obligando al país
galo a retirarse de esa nación Indochina tras más de un siglo de
dominación colonial, iniciada en 1859.
Francia se había establecido en Vietnam
desde 1859, pero en 1939 el país fue ocupado por los japoneses que se
mantuvieron allí hasta 1945, tras el descalabro nipón en la Segunda
Guerra Mundial, ocasión que fue aprovechada por los vietnamitas para
realizar una revolución popular que triunfó el 25 de agosto de ese año,
proclamándose la independencia de ese país el 2 de septiembre de 1945 y
elegido como Presidente Ho Chi Minh.
Sin embargo, el gobierno francés se aferró en mantener colonizado a Vietnam e invadió nuevamente el país a partir de 1945, por lo que el Partido Comunista de esa nación con Ho Chi Minh al frente, libraron la guerra de guerrilla contra los invasores galos forjándose así el Ejército Popular que contó con el apoyo de las masas campesinas y de otros sectores.
La derrota del colonialismo francés en la batalla de Diem Bien Phu y su expulsión de Vietnam, no significó la paz para el pueblo vietnamita, que tuvo que enfrentar a un enemigo mucho más poderoso: el imperialismo norteamericano después que el país fue dividido en dos por los Acuerdos de Ginebra, estableciéndose en el sur un régimen títere apoyado por los Estados Unidos.
En 1960 el imperio yanqui decidió intervenir militarmente en el sur para mantener al régimen títere al tiempo que dio inicio a una escalada de agresiones contra el norte sometiéndolo a crueles bombardeos con productos químicos que devastó gran parte de la flora y la fauna de esa nación y causó crueles daños a la población, que aún hoy se aprecian sus secuelas.
No obstante las Fuerzas Populares Sudvietnamitas apoyadas por sus hermanos del norte lograron derrotar a los intervencionistas yanquis, el 30 de abril de 1955, cuando tuvieron que abandonar precipitadamente la ciudad de Saigón, último reducto de esa nación Indochina en poder del régimen títere y los yanquis.
Fue caro el precio que tuvo que pagar Vietnam por la victoria definitiva contra el imperialismo yanqui: la muerte de un millón y medio de soldados y tres millones de civiles.
Hoy allí, como expresara el padre de esa nación, Ho Chi Minh, se construye un Vietnam diez veces más hermoso.
Sin embargo, el gobierno francés se aferró en mantener colonizado a Vietnam e invadió nuevamente el país a partir de 1945, por lo que el Partido Comunista de esa nación con Ho Chi Minh al frente, libraron la guerra de guerrilla contra los invasores galos forjándose así el Ejército Popular que contó con el apoyo de las masas campesinas y de otros sectores.
La derrota del colonialismo francés en la batalla de Diem Bien Phu y su expulsión de Vietnam, no significó la paz para el pueblo vietnamita, que tuvo que enfrentar a un enemigo mucho más poderoso: el imperialismo norteamericano después que el país fue dividido en dos por los Acuerdos de Ginebra, estableciéndose en el sur un régimen títere apoyado por los Estados Unidos.
En 1960 el imperio yanqui decidió intervenir militarmente en el sur para mantener al régimen títere al tiempo que dio inicio a una escalada de agresiones contra el norte sometiéndolo a crueles bombardeos con productos químicos que devastó gran parte de la flora y la fauna de esa nación y causó crueles daños a la población, que aún hoy se aprecian sus secuelas.
No obstante las Fuerzas Populares Sudvietnamitas apoyadas por sus hermanos del norte lograron derrotar a los intervencionistas yanquis, el 30 de abril de 1955, cuando tuvieron que abandonar precipitadamente la ciudad de Saigón, último reducto de esa nación Indochina en poder del régimen títere y los yanquis.
Fue caro el precio que tuvo que pagar Vietnam por la victoria definitiva contra el imperialismo yanqui: la muerte de un millón y medio de soldados y tres millones de civiles.
Hoy allí, como expresara el padre de esa nación, Ho Chi Minh, se construye un Vietnam diez veces más hermoso.
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