Por Adis López González y Camilo Sigas Puente
Santiago
de Cuba, 16 feb.— Teresa Melo es una excelente escritora. No lo dudamos
ni por un instante. Cuando decidimos entrevistarla, era lo que veíamos:
una exitosa profesional. Leerla, conversar con ella, mirar a sus ojos
nos demostró, es aún mejor ser humano.
Teresa es una mujer común, disfruta
caminar por su ciudad y beber la espiritualidad que emana en cada
historia diaria. Ella siente el triunfo del amigo como propio, cree en
el amor, la amistad y la familia, encuentra en la palabra la expresión
idónea para ser consecuente con sus ideas y fieles a los que ama.
P:
Hemos leído una de sus obras: “El mundo de Daniela”. Pareciera lo
escribe una niña. Y sabemos, que en su vida personal hay un gato, y
plantas, como en el poemario. ¿Hay una pequeña niña en Teresa?
T:
“El mundo de Daniela”, es diferente a cualquier otro libro que haya
escrito. Lo pensé para explicarle desde su voz de niña. En aquel momento
Daniela tenía sólo tres años, tenía muchas interrogantes, propias de la
edad y quería preguntarlo todo.
"Lejos de cualquier frase
manida, su nacimiento cambió mi percepción acerca de muchas cosas y me
volvió a acercar a la poesía, de la que estuve distanciada, por decirlo
de alguna manera, desde que falleció mi padre. Así que mientras jugaba
con ella imaginaba formas de decirle algo en poesía, como una manera
comprensible de regalarle palabras, canciones…. Ella me devolvió la
capacidad de decir mediante la poesía, luego de mucho tiempo sin poder
escribir algo.
Me sigue gustando mucho el libro, en sus dos
ediciones, y con él gané gente buena que se sabe los poemas. Debe ser
además, porque sí, tengo aún algo de niña, me gustan los juguetes y los
juegos, los libros de cuentos, las flores, los animales, los caracoles
y, sobre todo, tener amigos. Entre ellos, como parte de mi familia,
incluyo a mi gato Musi y a mis plantas".
P: ¿Qué lleva a Teresa Melo, Licenciada en Filosofía, a dedicarse a escribir?
T:
He comentado otras veces que a la gente le extraña que una Licenciada
en Filosofía escriba poesía o viceversa, que una poeta haya elegido esa
carrera. Sin embargo; a mi juicio, esta es una de las especialidades más
completas que existen dadas las asignaturas que la componen. Desde las
terribles altas matemáticas, pasando por las historias, tuve además
excelentes profesores como Dubouche, estética, ética, en fin, una manera
de ejercer el pensamiento organizado que en mi caso, me ayudó a ampliar
mi espectro humano y mis preocupaciones, porque de eso se trata mi
poesía: de los seres humanos"
P: Usted es de las
pocas escritoras del oriente del país que haya recibido el Premio
Nicolás Guillén. ¿Cree que el llamado fatalismo geográfico, incida en el
éxito de los escritores de provincias?
T: El
llamado fatalismo geográfico incide naturalmente, porque una tierra como
la nuestra se encuentra bien alejada del principal centro cultural, por
lo general, coincidente en todo país con su capital. Sin embargo;
incide pero no determina y ahí están para demostrarlo una serie de
premios importantes obtenidos por escritores que no viven en La Habana.
Creo que, actualmente, cada provincia tiene la libertad y posibilidad
para realizar inteligentes promociones de sus libros y de autores. En lo
personal, confieso que cuando supe que me había ganado el "Guillén", me
sorprendí y me asusté, pero no por ser santiaguera, o sea, del llamado
interior, sino por la lista impresionante de grandes escritores cubanos
que participaban.
P: ¿Qué representa para usted, estar al frente del Encuentro de Poetas del Caribe, durante cada edición de la Fiesta del Fuego?
T:
Coordinar el Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, que se realiza
como uno de los eventos del Festival del Caribe, es algo que me
apasiona. Implica un trabajo grande, además de inmensa responsabilidad,
pues así lo quiso Jesús Coss Cause.
Está caracterizado por la
diversidad de su espacio, abierto y policromático. Más allá de la
calidad o no de los poetas que asisten, lo más importante para mí es la
pasión por la palabra propia y del otro durante los encuentros, en ello
radica parte de su ganancia, que es siempre el conocimiento de otros
modos de abrazar, de ejercer el respeto y la calidez hacia la
sensibilidad de los demás. Es un espacio para expresarse, un derecho que
tenemos todos, sin distinción ni discriminación, entre escritores de
diversas culturas. Nadie es dueño absoluto de la palabra escrita y desde
los más sencillos modos de expresión, con un poco de humildad, podemos
descubrir la riqueza individual en las palabras de cada poeta. Aprendo
cada día, incluso cuando comparto mis conocimientos.
P:
En 1971, el Líder de la Revolución Cubana afirmó: "la cultura forma
parte de la educación, las mejores obras culturales, las mejores
creaciones artísticas del hombre y de la humanidad forman parte de la
educación". ¿Hay alguna relación, entre este planteamiento, sus
sentimientos hacia Fidel y la Casa Cultural que creó en su comunidad?
T:
Recientemente, dije en una entrevista a la Televisión Cubana, que soy
fidelista. Gracias a Fidel, cada provincia posee su editorial, gracias a
Fidel, La Feria del Libro es todo un acontecimiento cultural, que dejó
de ser exclusivo de la capital cubana para viajar a todas las provincias
del país. Él reconoció que la mayor revolución dentro de la propia
Revolución Cubana había que realizarla desde la cultura. Así que el
conocimiento es mejor cuando se comparte, y aportar a la educación y a
la cultura es más que un deber, una necesidad personal que me brinda
mucha satisfacción. Cuando llegué al reparto “30 de noviembre” no
existía ninguna opción cultural ni recreativa para la comunidad. Sentí
la necesidad de compartir, no sólo el espacio físico de mi casa, si no,
además mi pasión por la lectura, mi especial amor por los niños y vi en
La Casa Cultural la oportunidad de propiciar sano esparcimiento, para
algunos el primer acercamiento a la lectura, y a otras manifestaciones
de las artes, también.
Realmente disfruto organizando espacios
para otros escritores o artistas, porque los pienso como los quisiera
para mí; o escribiendo sobre ellos, o cuando estoy en eventos de
literatura donde puedo escuchar a los más jóvenes. Siento que puedo
ayudar a impulsar los sueños de otros y los asumo como propios. Así lo
hizo Fidel.
P: Se ha desempeñado en importantes
cargos, en el sector de la cultura, ha sido merecedora de significativos
premios y reconocimientos. ¿Qué futuro avizora usted para la cultura en
la provincia?
T: El tiempo ha demostrado y el
conocimiento de otros movimientos culturales del mundo, que la cultura
cubana, como me gusta decir, es una esplendente demostración de
autenticidad, sin olvidar que cada parte de ese todo que es Cuba, forma
la gran cultura identitaria que somos.
Lezama Lima, apelaba para
ello al concepto de ruptura y continuidad, ello ha permitido que hoy,
por ejemplo, sigan convivientes y actuantes todas las generaciones
culturales activas de nuestro país, sin olvidar el substrato de nuestros
antecesores que son las riquezas que nos sostienen.
Es
imposible fragmentar esa herencia, recordando, por cierto, que una cosa
es la cultura como resultado de los procesos creativos del artista e
intelectual cubano, y otra, la labor que deben desempeñar las
estructuras institucionales que existen, justamente porque existimos
nosotros: los creadores.
P: Por lo que sabemos
de usted y hemos leído, la percibimos como alguien con una riqueza
espiritual muy amplia, como si varias Teresa confluyeran en una: Teresa y
su familia, Teresa y lo que escribe y Teresa como ser humano. ¿Cómo
espera la perciban sus lectores?
T: Teresa Melo
es siempre una. Cuando me presentan en algún lugar, con una lista de
premios y medallas, siempre digo: no, Teresa Melo, mamá de Daniela,
amiga de mis amigos. Es una manera de que la gente entienda que la misma
que escribe y gana premios, y presenta libros, y ven en la televisión,
es la que admira tanto el trabajo de otros, y se alegra de sus éxitos, y
ve la pelota, y se emociona escuchando la Conga de Los Hoyos, y ama las
plantas, los gatos, los niños y tantas cosas hermosas que el mundo ve.
Mis
lectores, que sé que los tengo, creo que perciben el tipo de ser humano
que está detrás de la palabra, porque yo soy eso: una mujer común que
encontró su palabra para acercarse a los demás.