Plaza de la revolución

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martes, 27 de enero de 2015

Mensaje de Fidel a la Federación Estudiantil Universitaria


Mensaje de Fidel a la Federación Estudiantil UniversitariaTomado de la AIN/Foto: Abel Ernesto

Queridos compañeros:

Desde el año 2006, por cuestiones de salud incompatibles con el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir un deber —que me impuse a mí mismo cuando ingresé en esta Universidad el 4 de septiembre de 1945, hace 70 años—, renuncié a mis cargos.

No era hijo de obrero, ni carente de recursos materiales y sociales para una existencia relativamente  cómoda; puedo

decir que escapé milagrosamente de la riqueza. Muchos años después, el norteamericano más rico y sin duda muy capaz, con casi 100 mil millones de dólares, declaró ―según publicó una agencia de noticias el pasado jueves 22 de enero—, que el sistema de producción y distribución privilegiada de las riquezas convertiría de generación en generación a los pobres en ricos.

Desde los tiempos de la antigua Grecia, durante casi 3 mil años, los griegos, sin ir más lejos, fueron brillantes en casi todas las actividades: física, matemática, filosofía, arquitectura, arte, ciencia, política, astronomía y otras ramas del conocimiento humano. Grecia, sin embargo,  era un territorio de esclavos que realizaban los más duros trabajos en campos y ciudades, mientras una oligarquía se dedicaba a escribir y filosofar. La primera utopía fue escrita precisamente por ellos.

Observen bien las realidades de este conocido, globalizado y muy mal repartido planeta Tierra, donde se conoce cada recurso vital depositado en virtud de factores históricos: algunos con mucho menos de los que necesitan; otros, con tantos que no hallan qué hacer con ellos. En medio ahora de grandes amenazas y peligros de guerras reina el caos en la distribución de los recursos financieros y en el reparto de la producción social. La población del mundo ha crecido, entre los años 1800 y 2015, de mil millones a siete mil millones de habitantes. ¿Podrán resolverse de esta forma el incremento de la población en los próximos 100 años y las necesidades de alimento, salud, agua y vivienda que tendrá la población mundial cualquiera que fuesen los avances de la ciencia?

Bien, pero dejando a un lado estos enigmáticos problemas, admira pensar que la Universidad de La Habana, en los días en que yo ingresé a esta querida y prestigiosa institución, hace casi tres cuartos de siglo, era la única que había en Cuba.

Por cierto, compañeros estudiantes y profesores, debemos recordar que no se trata de una, sino que contamos hoy con más de cincuenta centros de Educación Superior repartidos en todo el país.

Cuando me invitaron ustedes a participar en el lanzamiento de la jornada por el 70 aniversario de mi ingreso a la Universidad, lo que supe sorpresivamente, y en días muy atareados por diversos temas en los que tal vez pueda ser todavía relativamente útil, decidí descansar dedicándole algunas horas al recuerdo de aquellos años.

Me abruma descubrir que han pasado 70 años. En realidad, compañeros y compañeras, si matriculara de nuevo a esa edad como algunos me preguntan, le respondería sin vacilar que sería en una carrera científica. Al graduarme, diría como Guayasamín: déjenme una lucecita encendida.

En aquellos años, influido ya por Marx, logré comprender más y mejor el extraño y complejo mundo en que a todos nos ha correspondido vivir. Pude prescindir de las ilusiones burguesas, cuyos tentáculos lograron enredar a muchos estudiantes cuando menos experiencia y más ardor poseían. El tema sería largo e interminable.

Otro genio de la acción revolucionaria, fundador del Partido Comunista, fue Lenin. Por eso no vacilé un segundo cuando en el juicio del Moncada, donde me permitieron asistir, aunque una sola vez, declaré ante jueces y decenas de altos oficiales batistianos que éramos lectores de Lenin.
De Mao Zedong no hablamos porque todavía no había concluido la Revolución Socialista en China, inspirada en idénticos propósitos.
Advierto, sin embargo, que las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos.

La naturaleza nos enseña que pueden haber transcurrido decenas de miles de millones de años luz y la vida en cualquiera de sus manifestaciones está siempre sujeta a las más increíbles combinaciones de materia y radiaciones.El saludo personal de los Presidentes de Cuba y Estados Unidos se produjo en el funeral de Nelson Mandela, insigne y ejemplar combatiente contra el Apartheid, quien tenía amistad con Obama.

Baste señalar que ya en esa fecha, habían transcurrido varios años desde que las tropas cubanas derrotaran de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica, dirigido por una burguesía rica y con enormes recursos económicos. Es la historia de una contienda que está por escribirse. Sudáfrica, el gobierno con más recursos financieros de ese continente, poseía armas nucleares suministradas por el Estado racista de Israel, en virtud de un acuerdo entre este y

el presidente Ronald Reagan, quien lo autorizó a entregar los dispositivos para el uso de tales armas con las cuales golpear a las fuerzas cubanas y angolanas que defendían a la República Popular de Angola contra la ocupación de ese país por los racistas. De ese modo se excluía toda negociación de paz mientras Angola era atacada por las fuerzas del Apartheid con el ejército más entrenado y equipado del continente africano.

En tal situación no había posibilidad alguna de una solución pacífica. Los incesantes esfuerzos por liquidar a la República Popular de Angola para desangrarla sistemáticamente con el poder de aquel bien entrenado y equipado ejército, fue lo que determinó la decisión cubana de asestar un golpe contundente contra los racistas en Cuito Cuanavale, antigua base de la OTAN, que Sudáfrica trataba de ocupar a toda costa.

Aquel prepotente país fue obligado a negociar un acuerdo de paz que puso fin a la ocupación militar de Angola y el fin del Apartheid en África.

El continente africano quedó libre de armas nucleares. Cuba tuvo que enfrentar, por segunda vez, el riesgo de un ataque nuclear.
Las tropas internacionalistas cubanas se retiraron con honor de África. Sobrevino entonces el Periodo Especial en tiempo de paz, que ha durado ya más de 20 años sin levantar bandera blanca, algo que no hicimos ni haremos jamás.

Muchos amigos de Cuba conocen la ejemplar conducta de nuestro pueblo, y a ellos les explico mi posición esencial en breves palabras.
No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos.

Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales. Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos.

El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba.

Los graves peligros que amenazan hoy a la humanidad tendrían que ceder paso a normas que fuesen compatibles con la dignidad humana. De tales derechos no está excluido ningún país.

Con este espíritu he luchado y continuaré luchando hasta el último aliento.

Fidel Castro Ruz
Enero 26 de 2015
12 y 35 p.m.  

Mensaje de Fidel a la Federación Estudiantil Universitaria


Mensaje de Fidel a la Federación Estudiantil UniversitariaTomado de la AIN/Foto: Abel Ernesto

Queridos compañeros:

Desde el año 2006, por cuestiones de salud incompatibles con el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir un deber —que me impuse a mí mismo cuando ingresé en esta Universidad el 4 de septiembre de 1945, hace 70 años—, renuncié a mis cargos.

No era hijo de obrero, ni carente de recursos materiales y sociales para una existencia relativamente  cómoda; puedo

decir que escapé milagrosamente de la riqueza. Muchos años después, el norteamericano más rico y sin duda muy capaz, con casi 100 mil millones de dólares, declaró ―según publicó una agencia de noticias el pasado jueves 22 de enero—, que el sistema de producción y distribución privilegiada de las riquezas convertiría de generación en generación a los pobres en ricos.

Desde los tiempos de la antigua Grecia, durante casi 3 mil años, los griegos, sin ir más lejos, fueron brillantes en casi todas las actividades: física, matemática, filosofía, arquitectura, arte, ciencia, política, astronomía y otras ramas del conocimiento humano. Grecia, sin embargo,  era un territorio de esclavos que realizaban los más duros trabajos en campos y ciudades, mientras una oligarquía se dedicaba a escribir y filosofar. La primera utopía fue escrita precisamente por ellos.

Observen bien las realidades de este conocido, globalizado y muy mal repartido planeta Tierra, donde se conoce cada recurso vital depositado en virtud de factores históricos: algunos con mucho menos de los que necesitan; otros, con tantos que no hallan qué hacer con ellos. En medio ahora de grandes amenazas y peligros de guerras reina el caos en la distribución de los recursos financieros y en el reparto de la producción social. La población del mundo ha crecido, entre los años 1800 y 2015, de mil millones a siete mil millones de habitantes. ¿Podrán resolverse de esta forma el incremento de la población en los próximos 100 años y las necesidades de alimento, salud, agua y vivienda que tendrá la población mundial cualquiera que fuesen los avances de la ciencia?

Bien, pero dejando a un lado estos enigmáticos problemas, admira pensar que la Universidad de La Habana, en los días en que yo ingresé a esta querida y prestigiosa institución, hace casi tres cuartos de siglo, era la única que había en Cuba.

Por cierto, compañeros estudiantes y profesores, debemos recordar que no se trata de una, sino que contamos hoy con más de cincuenta centros de Educación Superior repartidos en todo el país.

Cuando me invitaron ustedes a participar en el lanzamiento de la jornada por el 70 aniversario de mi ingreso a la Universidad, lo que supe sorpresivamente, y en días muy atareados por diversos temas en los que tal vez pueda ser todavía relativamente útil, decidí descansar dedicándole algunas horas al recuerdo de aquellos años.

Me abruma descubrir que han pasado 70 años. En realidad, compañeros y compañeras, si matriculara de nuevo a esa edad como algunos me preguntan, le respondería sin vacilar que sería en una carrera científica. Al graduarme, diría como Guayasamín: déjenme una lucecita encendida.

En aquellos años, influido ya por Marx, logré comprender más y mejor el extraño y complejo mundo en que a todos nos ha correspondido vivir. Pude prescindir de las ilusiones burguesas, cuyos tentáculos lograron enredar a muchos estudiantes cuando menos experiencia y más ardor poseían. El tema sería largo e interminable.

Otro genio de la acción revolucionaria, fundador del Partido Comunista, fue Lenin. Por eso no vacilé un segundo cuando en el juicio del Moncada, donde me permitieron asistir, aunque una sola vez, declaré ante jueces y decenas de altos oficiales batistianos que éramos lectores de Lenin.
De Mao Zedong no hablamos porque todavía no había concluido la Revolución Socialista en China, inspirada en idénticos propósitos.
Advierto, sin embargo, que las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos.

La naturaleza nos enseña que pueden haber transcurrido decenas de miles de millones de años luz y la vida en cualquiera de sus manifestaciones está siempre sujeta a las más increíbles combinaciones de materia y radiaciones.El saludo personal de los Presidentes de Cuba y Estados Unidos se produjo en el funeral de Nelson Mandela, insigne y ejemplar combatiente contra el Apartheid, quien tenía amistad con Obama.

Baste señalar que ya en esa fecha, habían transcurrido varios años desde que las tropas cubanas derrotaran de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica, dirigido por una burguesía rica y con enormes recursos económicos. Es la historia de una contienda que está por escribirse. Sudáfrica, el gobierno con más recursos financieros de ese continente, poseía armas nucleares suministradas por el Estado racista de Israel, en virtud de un acuerdo entre este y

el presidente Ronald Reagan, quien lo autorizó a entregar los dispositivos para el uso de tales armas con las cuales golpear a las fuerzas cubanas y angolanas que defendían a la República Popular de Angola contra la ocupación de ese país por los racistas. De ese modo se excluía toda negociación de paz mientras Angola era atacada por las fuerzas del Apartheid con el ejército más entrenado y equipado del continente africano.

En tal situación no había posibilidad alguna de una solución pacífica. Los incesantes esfuerzos por liquidar a la República Popular de Angola para desangrarla sistemáticamente con el poder de aquel bien entrenado y equipado ejército, fue lo que determinó la decisión cubana de asestar un golpe contundente contra los racistas en Cuito Cuanavale, antigua base de la OTAN, que Sudáfrica trataba de ocupar a toda costa.

Aquel prepotente país fue obligado a negociar un acuerdo de paz que puso fin a la ocupación militar de Angola y el fin del Apartheid en África.

El continente africano quedó libre de armas nucleares. Cuba tuvo que enfrentar, por segunda vez, el riesgo de un ataque nuclear.
Las tropas internacionalistas cubanas se retiraron con honor de África. Sobrevino entonces el Periodo Especial en tiempo de paz, que ha durado ya más de 20 años sin levantar bandera blanca, algo que no hicimos ni haremos jamás.

Muchos amigos de Cuba conocen la ejemplar conducta de nuestro pueblo, y a ellos les explico mi posición esencial en breves palabras.
No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos.

Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales. Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos.

El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba.

Los graves peligros que amenazan hoy a la humanidad tendrían que ceder paso a normas que fuesen compatibles con la dignidad humana. De tales derechos no está excluido ningún país.

Con este espíritu he luchado y continuaré luchando hasta el último aliento.

Fidel Castro Ruz
Enero 26 de 2015
12 y 35 p.m.  

Santiago de Cuba: produciendo azúcar con eficiencia


Santiago de Cuba: produciendo azúcar con eficienciaPor María Antonia Medina Téllez 

Santiago de Cuba 27 ene.— La eficiencia domina la producción azucarera en la provincia de Santiago de Cuba, que muestra un favorable e integral comienzo de zafra en sus cuatro centrales recién reparados.

Una llamada zafra chica tomó ventaja en el ingenio Paquito Rosales, del municipio de San Luis, con indicadores decisivos como el plan de azúcar y el rendimiento industrial.
 
La puntualidad en la arrancada y la disciplina de los colectivos al organizar en tiempo la maquinaria de sus ingenios, aparece entre lo más sobresaliente porque se empezó de acuerdo con el programa .
 
Roberto Benítez, director de la Empresa Azucarera (AZCUBA) en el territorio, destacó que las operaciones pueden variar por lo cual siguen atentamente el desempeño de cada industria, para adoptar las medidas aconsejadas e impedir que los atrasos pongan en peligro el cumplimiento del plan, que es de unas 100 mil toneladas.
 
Cada ingenio, por pequeño que sea su plan, influye en la provincia y en el país, porque los resultados de su producción favorecen el azúcar crudo y refino para la canasta básica y el balance nacional.
 
Un tiempo favorable hasta ahora, la aplicación de maduradores y la calidad de la materia prima que se procesa, son buenos registros para el rendimiento en azúcar, indispensable para asegurar una zafra superior y aprovechar más la capacidad potencial de la caña molida que debe ser superior a un 70 por ciento, afirmó Benítez.
 
Asimismo para elevar la explotación de la capacidad potencial hay que cumplir con la política y sistemas de mantenimiento, así como también el seguimiento y control diferenciado en los centrales críticos, misión a cargo de personal calificado y de experiencia.
  
Para asegurar el buen comienzo de la zafra en Santiago de Cuba fue vital la calidad en las reparaciones industriales, a partir del control ejercido por la Empresa de Servicios Técnicos a la Industria (ZETI) y el Instituto de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar mediante las guías de mantenimiento, laboratorio y eficiencia.
 
La recuperación que manifiesta el sector, los crecimientos en la producción y el alargamiento de los días de zafra (125 para la actual contienda), constituyen los primeros resultados al cierre del 2014.
 
El aprovechamiento de la norma potencial, el rendimiento industrial y el azúcar fabricado, como indicadores básicos de la zafra, son superiores a etapas precedentes.
  
Con jornadas eficientes se marcó la arrancada en el "América Libre", de Contramaestre, el cual busca ubicarse entre los que mejor producen azúcar en la nación como le sucedió en otros momentos, destacó Juan Carlos del Toro,  jefe de producción.
 
Del Toro explicó la estabilidad alcanzada a pocos días del inicio por el buen alistamiento de los equipos, la fuerza y calidad de reparaciones, unido a la experiencia de los trabajadores jubilados, quienes permanecen en labores industriales en la instalación.
 
Hasta ahora los azucareros han sido capaces de moler   la materia garantizada por los abastecedores manuales y mecanizados, bajo una fuerte emulación planteada por el sindicato del ramo y el reto que significa la zafra en el  aniversario 500 de la  fundación de la villa santiaguera, en julio próximo.
 
En 125 días de faenas, o sea, hasta el 22 de abril del 2015, estiman un crecimiento del 12 por ciento en el plan de producción de crudo, con respecto a la contienda anterior, al disponerse de más de un cinco por ciento de caña en relación con la campaña precedente.        
 
Benítez afirmó, además,  que la de ahora será una zafra corta pero eficiente, en la cual por la topografía del terrero intervendrán cerca de siete mil macheteros para el corte manual de la caña, quienes dispondrán de buenas condiciones de albergamiento y alimentación.
 
Calificó de proeza el desempeño de los trabajadores agrícolas, quienes a pesar de la intensa sequía por la que ha transitado esta oriental provincia, vencieron con 15 jornadas de antelación el plan de siembra de caña del año al completar ocho mil hectáreas, 322 más que en igual etapa del 2013.

500 años de la Villa de Santiago de Cuba


500 años de la Villa de Santiago de CubaPor Noris Rosado Figfeuerdo

Santiago de Cuba 27 ene.— 500 años cumple la villa de Santiago de Cuba, la más caribeña de la isla, que hoy sus hombres y mujeres trabajan para embellecerla aún más.

Esta villa se levanta desafiando el mar y las montañas, por su privilegiada posición geográfica. Fundada en 1515, por el Adelantado Don Diego Velázquez, hace que no escape a las características generales de las otras villas de América.

Su construcción nace de una Plaza Mayor, lo que hoy se conoce por el Parque de Céspedes. A su alrededor se levantaron otras edificaciones de mucha importancia, acorde a las ordenanzas del Consejo de Indias.

A un costado de la Plaza, se levantó la casa del fundador de la villa, quien vivió en ella hasta su muerte. Está considerada la casa más antigua de América, considerada una joya, conservada en buen estado y convertida en Museo de Ambiente Colonial.

Otra edificación  en ese entorno,  es la Casa de Gobierno, o ayuntamiento, hoy sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, que aunque no conserva su forma original, posee un estilo morisco-cubano de los siglos XVI, XVII y XVIII, que encaja perfectamente en el conjunto arquitectónico del centro de la hoy ciudad.

Al frente del Ayuntamiento está majestuosa, la Catedral Metropolitana, Parroquia Mayor, construida en 1523, la que actualmente recibe una restauración general, como parte de las obras por los cinco siglos de la villa y que llama la atención de los santiagueros y de los visitantes.

Completan el área circundante de la Plaza Mayor, el Hotel Casa Granda, construido en el siglo 19 y el  antiguo Club San Carlos, sede de la Casa de la Cultura Municipal, también en remodelación, además de otras instituciones.
A partir dehoy Parque de Céspedes, fue creciendo Santiago de Cuba, en un área de casi cinco kilómetros de lo que se conoce como el Casco Histórico.

La huella colonial se entrelaza con la republicana  y muchos se sorprenden al ver estas edificaciones que aún desafían  el tiempo y los movimientos sísmicos, esos, que ya forman parte de la costumbre de los santiagueros.

A pesar de sus 500 años, causa exclamación el encanto de los balcones, las rejas y los patios que le sirvieron y sirven de inspiración a poetas y trovadores.

También están ahí sus calles estrechas y empinadas, sus escalinatas y miradores naturales abiertos al Caribe, que dan un toque especial a esta ciudad que ha resistido el embate de estos cinco siglos, con sus gentes alegres y cadenciosas.

Tarea pendiente: el conocimiento de la historia


Tarea pendiente: el conocimiento de la historiaPor Noris Rosado Figuredo

Santiago de Cuba 27 ene.— Hoy se impone la necesidad de volver a una tarea pendiente. “Lo que no se conoce, no se ama”. Y digo pendiente, porque hace varios años se viene hablando de la necesidad de que las nuevas generaciones y la no tan joven, conozcan la historia de su país, de sus patriotas, para tener conciencia de porqué luchamos.

Cuba entera, y en especial Santiago de Cuba, tienen una pléyade de patriotas y un sin número de héroes y mártires.
En esta parte del oriente cubano está la acción de más de 40 generales de la guerra de independencia contra el yugo español, y es seguro que cuando usted pregunta sobre la vida de ellos, muy pocos, le sabrían contar sus hazañas. A lo mejor conocen algunos nombres. Quizás, le hablen sobre José Martí, Nuestro Héroe Nacional, o de Antonio Maceo, el Titán de Bronce.

Muchos no saben el rol que jugaron esos hombres en la historia de Cuba, en la formación de  nuestra nacionalidad, esos que dieron sus vidas por la Patria, que tiene su himno que llama al combate, una bandera y un escudo como símbolos de nuestra cubanía.

Lo anterior está dado, claro está, porque en las escuelas y en los hogares, los maestros y la familia, no se preocupan por hablarles a sus menores, de nuestros héroes, esos de carne y hueso que lucharon en las tres guerras, (1868, 1878 y 1895), y en las otras, hasta 1959, en que triunfa la Revolución  hecha por los humildes,  con los humildes y para los humildes.

Fundamentalmente, la escuela debe ser la primera encargada de la formación de la conciencia, eso le decía hace poco un amigo poeta.

Los que crecieron después de mi generación han tenido poco o ningún conocimiento de la historia. Algunos no tuvieron buenos profesores que hablaran con el corazón y el conocimiento necesario sobre los diferentes períodospor los que transitó nuestra nación.

Hay jóvenes y niños que en ocasiones tienen conocimientos tergiversados. En un escrito, el poeta Waldo Leyva, expresaba : “ignorar el pasado es, de algún modo, comprometer el futuro”, y esto es una gran verdad que hoy, tenemos que enfrentar. 

Para muchos jóvenes, el pasado es una referencia, por tanto, es necesario ir a la raíz.

Es la hora de SER o NO SER. Vienen momentos cruciales para la nación cubana. Hay que enseñarles a las nuevas y no tan nuevas generaciones “quiénes son, de dónde vienen”, para que conozcan y puedan AMAR.

A los que peinamos canas, nos corresponde saldar esta tarea pendiente.