Por Jorge Legañoa Alonso, enviado especial
Lima, Perú, 9 abr.— Fieles a la enseñanza del Apóstol cubano José Martí, de honrar a los héroes sin quitarse el polvo del camino, los delegados de la Isla a los foros de la VIII Cumbre de las Américas, llegaron hasta el Monumento a los Próceres y Precursores de la Independencia de Perú, para rendir tributo a quienes entregaron su vida por la libertad.
Los representantes de las más de dos mil organizaciones de la sociedad civil de la Isla y los participantes de los foros de jóvenes, de empresarios y los parlamentarios; además de los que estarán en la alternativa Cumbre de los Pueblos, depositaron flores ante las figuras en bronce de José Gabriel Tupac Amaru, Juan Pablo Viscardo y Guzmán, el General Francisco de Vidal y Toribio Rodríguez de Mendoza.
Mirthia Julia Brossard Oris, presidenta de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), resaltó los vínculos entre Perú y Cuba, y recordó especialmente que esa nación suramericana fue la primera en reconocer a la República de Cuba en Armas, cuando apenas comenzaba la lucha por la independencia de la Isla del yugo español.
Dijo sentir profunda gratitud hacia el pueblo peruano, por el aporte de su historia y tradiciones a la formación de la identidad latinoamericana, y por la cuota de sangre, firmeza y principios que varios de sus hijos aportaron a la causa libertaria cubana y a la defensa de la soberanía y autodeterminación.
El héroe nacional peruano, Leoncio Prado (1853-1883), fue uno de los que combatió –con apenas 21 años– en la Guerra de los Diez Años, y llevó a cabo la audaz captura del vapor Moctezuma para ponerlo a disposición de la causa libertaria cubana.
Perú no solo fue de los primeros países en reconocer la República mambisa, también estuvo entre las primigenias en restablecer los nexos diplomáticos con La Habana, el ocho de julio de 1972, bajo el gobierno del General Juan Velasco Alvarado.
La joven cubana integrante de la coalición 15 Por un mundo inclusivo y respetuoso del foro de la sociedad civil de la VIII Cumbre de las Américas, calificó de solidarias las relaciones entre las dos naciones que, señaló, han sido tejidas en momentos difíciles para los dos pueblos, en ocasión de desastres naturales.
Recordó al líder de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de los primeros en donar su sangre para las víctimas del terremoto del 31 de mayo de 1970 en Áncash, y posterior aluvión en Yungay, en Perú, y los más de 100 mil cubanos que lo acompañaron en ese noble gesto.
Los colaboradores de la salud antillanos también viajaron en 1970 a tierras incas para asistir a los damnificados del terremoto, acción que se repetiría en 2007, tres días después del terremoto de Ica; y el pasado año tras las inundaciones en la zona de Piura.
El parque-monumento hasta donde llegaron los cubanos hoy, fue construido en la municipalidad de José María, en el antiguo bosque de Matamula, en el centro de Lima, e inaugurado oficialmente el 27 de julio de 1971, en ocasión del sesquicentenario de la independencia de Perú (1821-1971); es el lugar escogido tradicionalmente para que dignatarios y visitantes foráneos rindan homenaje a los próceres de estas tierras.
Brossard Oris agradeció la ayuda solidaria peruana a los afectados por el huracán Irma en 2017, como también el apoyo permanente de los gobiernos y ese pueblo suramericano en la batalla cubana contra el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
Nos aproximan igualmente otras experiencias de cooperación en las áreas del deporte, la educación y la cultura, así como la rica convivencia con algo más de 25 mil peruanos operados de patologías oculares y con los mil 864 profesionales de diversas especialidades graduados en Cuba, señaló.
La delegación antillana que agrupa a representantes de los jóvenes, estudiantes, trabajadores, campesinos, cooperativistas, sector no estatal, intelectuales, académicos, líderes religiosos y profesionales, entre otros, participarán en los foros de la VIII Cumbre de las Américas y en la Cumbre de los Pueblos.
Con gran sentido de responsabilidad y espíritu constructivo participaremos en los foros, para aportar la experiencia de la Revolución, subrayó Brossard Oris.
Hoy, como ayer, con el legado de Martí y Fidel, ratificamos nuestro compromiso con la necesaria integración de los pueblos, para no dejar pasar el gigante de las siete leguas, y conformar la Patria común que soñaron nuestros próceres, concluyó.
Los actores sociales, integrantes de la sociedad civil, los jóvenes y los parlamentarios de la Isla, arribaron poco después del mediodía –hora local– al aeropuerto Jorge Chávez, de la capital peruana, donde fueron recibidos por el embajador antillano Sergio González y otros funcionarios.
