
Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba anunciaba al país que llegaba al
millón de latas de café luego de ciento dos días en los acopios del
grano.
En cualquiera de los ocho municipios del
territorio se pudo haber hecho pública la noticia, pero ese derecho se
lo ganó Contramaestre por su desempeño integral.
Este millón de
latas de café acopiadas tiene un sabor popular por que en su conquista
participaron los montañeses, estudiantes, movilizados, en fin todo el
pueblo.
Realmente está no es la meta de los santiagueros, la meta
es llegar al estimado y seguir, por eso los acopios continúan para
computar las 171 mil latas que faltan del técnico económico y dedicar
todo el empeño para tener prácticamente en las manos el compromiso
político a finales de este mes.
Para llevar a feliz termino esas
aspiraciones, se demanda un mayor esfuerzo en los acopios,
principalmente en los municipios Tercer Frente y Segundo Frente,
territorios que hasta hoy andan por debajo de las expectativas en la
meta que la provincia se ha y trazado.
Parejo al avance
productivo, la provincia ha insistido en velar por la calidad de los
acopios. Es bueno significar que al inicio con el café arábico hubo
serias, pero se fueron resolviendo por los trabajadores de la industria y
el beneficio del café.
Ya en la segunda etapa, en la que
predomina el café robusta la calidad se ha comportado al 98% de primera,
por eso los especialistas consideran que en general la calidad de la
cosecha se puede considerar de buena.
La conquista de este millón
de latas de café acopiadas, pone a la provincia en condiciones de
superar lo real alcanzado en la pasada recolección.
En este
sentido, es bueno que se sepa que al inicio cuando se realizaba la
contratación con los productores, el territorio exhibía un decrecimiento
del 13%, pero con el serio trabajo realizado se le ha dado un giro a
ese indicador negativo y hoy Santiago de Cuba pudiera terminar la
cosecha con un 2% por encima de acopiado en la anterior.
Ese
esfuerzo avala al territorio como el mayor productor del grano,
condición que ha venido ratificando año tras año para bien de la
economía santiaguera y del país.