Santiago de Cuba, 4 dic.— En el Cementerio Santa Ifigenia se ensaya desde que comenzó diciembre. La ceremonia de homenaje para el eterno Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, iniciará con la misma melodía que un año atrás lo acompañó hasta el monolito que lo abraza.
Por
primera vez se escuchaba la cantata “Eterno Fidel” en el camposanto,
pero la conmoción del momento permitió prolongar el anonimato de aquel
tributo íntimo que le dedicaba el Teniente Coronel Ney Miguel Milanés
Gálvez a Fidel:
“Cuando yo me entero –rememora Milanés- de la muerte de Fidel a las once de la noche, enseguida pensé: ¿qué música le toco a Fidel? y dije: él no puede ir con una marcha fúnebre simplemente; tiene que ser una música especial, hecha para él en esa ocación".
Nació como un arreglo para más de 70 músicos, escrito en una sola noche; quizás la noche más larga que vivió Cuba: “Cuando probé la música al día siguiente con la Gran Banda que estaba preparada para el acto por el 2 de diciembre, vi que algunos empezaron a llorar. Yo también empecé a conmoverme y dije esta es la música”.
Por más de tres décadas, el Teniente Coronel Milanés, ha dirigido la Banda de Música del Estado Mayor General de las FAR, pero nunca imaginó componer una despedida para Fidel.
Para cantarle al Comandante invicto, al amigo entrañable y al hombre magnánimo, debía encontrar los acordes precisos entre el lirismo y la fuerza, Milanés confiesa hoy que no fue sencillo:
“Por el propio carácter del Comandante en Jefe, debía darle el matiz de guerrero, pero también el de contribuir con la paz. Es por ello que hay momentos en que yo destaco algunos acordes para que sean estridentes, que sean fuertes y, a la vez, ese tono melodioso y sentimental que es lo que yo hago con la música”.
Este cuatro de diciembre, en el cementerio Santa Ifigenia, vuelve a entonarse desde la música aquella proclama: “Siempre estará vivo Fidel”.
“Cuando yo me entero –rememora Milanés- de la muerte de Fidel a las once de la noche, enseguida pensé: ¿qué música le toco a Fidel? y dije: él no puede ir con una marcha fúnebre simplemente; tiene que ser una música especial, hecha para él en esa ocación".
Nació como un arreglo para más de 70 músicos, escrito en una sola noche; quizás la noche más larga que vivió Cuba: “Cuando probé la música al día siguiente con la Gran Banda que estaba preparada para el acto por el 2 de diciembre, vi que algunos empezaron a llorar. Yo también empecé a conmoverme y dije esta es la música”.
Por más de tres décadas, el Teniente Coronel Milanés, ha dirigido la Banda de Música del Estado Mayor General de las FAR, pero nunca imaginó componer una despedida para Fidel.
Para cantarle al Comandante invicto, al amigo entrañable y al hombre magnánimo, debía encontrar los acordes precisos entre el lirismo y la fuerza, Milanés confiesa hoy que no fue sencillo:
“Por el propio carácter del Comandante en Jefe, debía darle el matiz de guerrero, pero también el de contribuir con la paz. Es por ello que hay momentos en que yo destaco algunos acordes para que sean estridentes, que sean fuertes y, a la vez, ese tono melodioso y sentimental que es lo que yo hago con la música”.
Este cuatro de diciembre, en el cementerio Santa Ifigenia, vuelve a entonarse desde la música aquella proclama: “Siempre estará vivo Fidel”.
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