
Por Odalis Riquenes Cutiño/ Foto Miguel Rubiera
Santiago
de Cuba, 26 abr.— Al noroeste de la rada santiaguera, en la agreste
península entre los ríos Yarayó y Gascón, esfuerzo y solidaridad se
empeñan hoy por el desarrollo económico del oriente cubano y de la
nación toda.
Allí, con las lógicas expectativas que
impone todo lo nuevo y renovador, da sus primeros pasos el proyecto para
la construcción de la nueva terminal multipropósito del puerto
Guillermón Moncada, inversión que se ejecuta con la empresa de capital
totalmente extranjero China Communications Construction Company Ltd.
(CCCC).
Se trata de una zona de desarrollo industrial con
financiamiento y asesoría de la República Popular China, que busca dar
respuesta a las necesidades actuales de desarrollo del puerto
santiaguero y de la ciudad de Santiago de Cuba. Así lo define el
ingeniero Juan Guerra Macía, director de la Unidad Básica Inversionista
(UBI) Yarayó, perteneciente al Grupo Empresarial de Transporte Marítimo
Portuario y responsabilizada con la obra por la parte cubana.
El
especialista explicó que cuentan con un crédito gubernamental chino con
intereses favorables, a pagar en 20 años, que se materializa en un
contrato comercial con la Compañía China Communications Construction
Company Ltd. (CCCC), encargada del diseño, adquisición de los equipos y
construcción.
Este es el comienzo de otras obras de la CCCC en
Cuba, aseguraron los especialistas chinos Jinlong Huang, ingeniero
principal; Lincai Huang, ingeniero de construcciones, y Dongsheng Kan,
gerente de operaciones.
El propósito es construir en tres años un
embarcadero multifuncional con moderna tecnología, diseñado para operar
unas 565 000 toneladas de mercancías al año (1 50 000 en contenedores,
195 000 a granel y 220 000 en general), lo que ratificará a la terminal
santiaguera como la segunda en importancia del país.
Ubicado en
unas diez hectáreas al noroeste de la bahía, colindante con la carretera
de Mar Verde y el Ferrocarril central, el nuevo muelle, según detalló
Guerra Macía, contará con un atraque de hormigón armado de 231,15 metros
de longitud para la carga y descarga de buques, donde se introducirán,
por primera vez en el oriente, tres grúas pórtico de avanzada tecnología
(una de 50 toneladas de capacidad y dos de 30).
Se destacan,
asimismo, dentro de los 24 objetos de obra que comprende la inversión,
dos almacenes techados, cada uno con capacidad para el almacenamiento de
10 000 toneladas de mercancía, un almacén de tránsito para
contenedores, la construcción de los viales internos y externos y un
ramal ferroviario hasta el área de atraque que facilitará, también como
una novedad en el puerto oriental, la operación directa de los buques
hacia los camiones y casillas ferroviarias.
La rehabilitación del
área cercana, un patio pavimentado para la manipulación y almacenaje de
mercancías paletizadas, metales y carga general; una subestación
eléctrica, estación de bombeo, cisterna, sistemas de redes para el
suministro eléctrico, de agua, comunicaciones, drenaje, depósito de
aguas negras y sistema contra incendios, la cerca perimetral y el
montaje de modernas pesas vehiculares, se encuentran igualmente entre
los trabajos previstos.
Como una obra integrada al proyecto, que
mediante el mismo proceso ya se está negociando entre la CCCC y el
Ministerio de Transporte cubano, el inversionista destacó el dragado de
la bahía hasta los 13,60 metros de profundidad, con los consecuentes
beneficios de calado para el canal de acceso, la dársena de maniobras y
los cajones de atraque.
Una vez concluidas dichas labores, la
rada santiaguera podrá recibir y satisfacer las operaciones de buques de
hasta 40 000 toneladas de carga, en lugar de los de hasta 30 000
toneladas como máximo que se recepcionan en estos momentos,
transformación que ubicará al puerto Guillermón Moncada como el segundo
de aguas profundas de la nación.
Primeros pasos
Del sueño a
la realidad, oficialmente desde el 1ro. de junio del pasado año, los
trabajos en la nueva terminal del puerto santiaguero han comenzado a
andar.
Desde entonces, según detalló a este diario el ingeniero
Guerra Macía, se viene cumpliendo el cronograma trazado por etapas. Con
la participación de expertos cubanos de la Empresa Nacional de
Investigaciones Aplicadas (ENIA), se terminó la primera fase de las
investigaciones geológicas, que permitió la caracterización de los
suelos, tanto en la tierra como en el mar, imprescindible para poder
diseñar, de acuerdo con su resistencia, el tipo de cimentación que
deberán utilizar, así como la variante constructiva adecuada.
«Como
resultado de los estudios geológicos, explicó el ingeniero, se
determinó que el método idóneo para la construcción del atraque no era
el sistema de tablestacas (elementos de metal que entrelazados unos a
otros crean una cortina), como conceptualmente habíamos previsto, sino
el método de estructuras de pilotes de tubos metálicos.
«Ya se
aprobó la solución constructiva por las dos partes, se hicieron los
diseños de modificación para la Ingeniería Básica y de Detalle, se
compatibilizaron con todas las entidades desde el punto de vista
logístico y definimos toda la información que llevan los proyectos, lo
que se conoce como ingeniería básica.
«Como está previsto en el
cronograma, desde el mes de enero se comenzó la construcción de las
facilidades temporales: las viviendas y oficinas que acogerán a los
técnicos y especialistas chinos que intervendrán en la obra, dentro de
la misma área de la terminal, y ya se encuentra en el sitio el primer
lote de equipos de construcción, importados desde México y China, para
iniciar los trabajos de movimiento de tierra.
«Ahora estamos en
los análisis con las empresas nacionales que, previa contratación, deben
tributar los medios y recursos para el desarrollo de la inversión, que
es voluminosa».
Al decir del inversionista Guerra Macía, existen
posibilidades de que se incremente el tiempo del proyecto, pues se han
adoptado soluciones constructivas que así lo demandan.
«Para el
acondicionamiento del terreno vamos a utilizar por primera vez en el
país un novedoso procedimiento: mejoramiento del terreno por el método
de precarga (sistema de compactación del terreno utilizando mechas
drenantes plásticas hincadas, que facilitan el drenaje por gravedad del
agua contenida en el suelo después de transcurrido un período de tiempo,
por la acción del peso del material de precarga), lo cual demandará
tiempo y recursos materiales, que exigirán se extienda el cronograma
unos meses más».
En estos momentos se enfrascan en terminar los
trabajos de ingeniería básica, comenzar la ingeniería de detalles
(precisión de los proyectos), en terminar la construcción de las
facilidades temporales y en comenzar la etapa de construcción y montaje,
que incluye inicialmente el movimiento de tierra y la ejecución del
muelle.

«Siguiendo
la secuencia constructiva, para este 2016 tenemos previstos dos
objetivos fundamentales: el mejoramiento del terreno y la construcción
del muelle.
«Para ello, y según lo establecido en el convenio,
CCCC ha comenzado las subcontrataciones con las empresas cubanas que
puedan ofertarles los recursos, servicios y equipamiento que necesiten y
otros serán importados, para lo cual el Gobierno cubano ha dado a la
compañía china todas las facultades».
Los especialistas asiáticos
por su parte, ratificaron que para esta obra, que definen como la
construcción de un muelle clásico, la CCCC cuenta con el personal
especializado, equipos e instrumentos de los más modernos.
Solidaridad que se concreta
La
nueva terminal multipropósito del Puerto de Santiago de Cuba es una
muestra de las relaciones de cooperación y amistad entre Cuba y la
República Popular China.
Jinlong Huang, ingeniero principal;
Lincai Huang, ingeniero de construcciones, y Dongsheng Kan, gerente de
operaciones, todos especialistas al frente de la obra por la Compañía
China de Comunicación y Construcción (CCCC), responsabilizada con el
proyecto, manifestaron su satisfacción con el desempeño de la parte
cubana en esta etapa inicial y ratificaron que Cuba es un mercado con
muchas potencialidades para su entidad, con unas 500 empresas en todo el
mundo, especializadas en la construcción de puertos, aeropuertos,
ferrocarriles, viales, viviendas y edificios.
«La CCCC está
interesada en promover y contribuir al desarrollo de la economía cubana y
estoy seguro de que este, nuestro primer proyecto aquí, abrirá el
camino para otras obras de la compañía en Cuba», acotó el ingeniero
principal, Jinlong Huang.
El empresario asiático expresó su
complacencia por construir en el puerto de la segunda ciudad en
importancia cubana, que garantiza la entrada y salida de las mercancías
por vía marítima de las cinco provincias orientales hasta Camagüey, en
momentos en que la economía de la Isla cobra mayor dinamismo, y calificó
su presencia aquí como una muestra de las favorables relaciones de
amistad entre Cuba y China.
Con él concuerda el inversionista
cubano, ingeniero Juan Guerra Macía. «En la parte oriental vamos a ser
los iniciadores de otros trabajos que ayudarán a mejorar la economía
territorial y el desarrollo en general del país».
De hecho, a
tono con las regulaciones urbanísticas de la urbe santiaguera, que
ubican el desarrollo portuario al oeste de la bahía y el traslado de sus
operaciones hacia la zona industrial, los directivos del Guillermón
Moncada ya negocian la posible continuidad del trabajo con la CCCC una
vez concluida esta obra.
«Tenemos previsto en nuestros planes de
desarrollo futuros la reparación del muelle Luis Felipe Mena Gil y del
muelle Ro-Ro, situados en la zona 1 del puerto, y nuestra idea es
continuar trabajando con la CCCC hasta lograr que sus operaciones sean
similares a las que tendrá la terminal multipropósito».
Guerra
Macía ponderó asimismo lo enriquecedor de la experiencia de trabajar por
primera vez con un contrato comercial hecho sobre la base de normas
internacionales, en el que cada una de las partes tiene definidas sus
condiciones, responsabilidades y requerimientos.
Desarrollo a la vista
Agilización
de procesos, incremento y optimización de las operaciones, reducción de
costos operacionales, desarrollo en general, son ideas que ya cobran
cuerpo por acá cuando se conocen los detalles del novedoso proyecto de
la terminal portuaria santiaguera.
El ingeniero Juan Guerra Macía
enfatizó que agilizar la descarga de los buques y eliminar los gastos
en que incurre el país por estadía, son objetivos que dan sentido a esta
inversión. «Lo que ahora se hace en una semana o diez días, con la
nueva terminal debemos hacerlo entre 48 y 72 horas, por lo que reducirá
costos y gastos.
«La nueva inversión está asociada a la
introducción de un equipamiento tecnológico que facilitará el incremento
de las operaciones portuarias y condicionará que podamos operar como
primer puerto para la entrada de buques comerciales, y trabajar en
relación directa con el Mariel para la actividad de cabotaje. También se
ampliarán las potencialidades para la inserción futura en el comercio
con el área del Caribe».
Pero sin dudas, el incremento de las
posibilidades para la carga y descarga de mercancías del Guillermón
Moncada, y la agilización de las operaciones, son las bondades más
esperadas, al decir del ingeniero Mario Sierra Osorio, director adjunto
de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente (ESPO).
En
opinión del especialista, la introducción de un equipamiento de alta
tecnología, donde se incluyen las tres grúas pórticos, dotará al puerto
santiaguero de facilidades de las que hasta hoy no se disponía para la
manipulación de mercancías en el oriente cubano.
«Para operar los
buques —explica Sierra Osorio—, hoy dependemos de las grúas que traigan
las embarcaciones; por las características constructivas de nuestros
muelles, Santiago de Cuba nunca tuvo, como el puerto de La Habana o el
de Cienfuegos, este tipo de dispositivos, que cogen las mercancías de
los barcos y las ponen a la entrada del almacén, haciendo más ágil y
dinámica la descarga.
«Nosotros aquí tenemos que utilizar
tractores y montacargas para llevar las mercancías desde el lado del
buque hasta el almacén. Ahora podremos operar cualquier tipo de carga
(contenedores, cargas paletizadas y a granel) sin ningún problema».
Asimismo,
la ampliación de la profundidad de calado del canal de acceso, que
facilitará que lleguen hasta el muelle buques de hasta 40 000 toneladas,
según el directivo, le ahorrará al país una cifra importante que hoy se
gasta en falso flete —erogaciones que están en el orden de los 2.50
dólares por cada tonelada que se deje de transportar— y va a traer otros
ahorros inducidos por los llamados servicios conexos.
«Cuando yo
opero un buque en dos puertos tengo que pagar flete para dos puertos,
servicios de prácticos y permisos a autoridades para dos puertos. Hoy
eso es constante en nuestro caso. Los buques de contenedores no pueden
venir aquí a Santiago con más de 8,6 metros de calado, porque el muelle
no tiene esa profundidad, de manera que tienen que ir primero a La
Habana o a Cienfuegos y luego venir para acá.
«A veces descargan
un nivel de contenedores en La Habana, que se nos envían entonces por
tren, y viene vacío para Santiago un buque que pudo haber traído esos
contenedores. Ese trasiego ocasiona un gasto doble a la economía, que
debe ser resuelto cuando concluyan los trabajos y entre en operaciones
el nuevo muelle, según se prevé, en el 2018».
El acceso
ferroviario y del transporte automotor directo al borde de los buques y
las mejoras en la capacidad de almacenaje, con la construcción de dos
nuevas naves que pueden acoger unas 20 000 toneladas y un moderno
sistema de entrega de mercancías, también con acceso ferroviario y del
transporte al lado, son otras ventajas de la nueva terminal, que al
decir de los especialistas imprimirán mayor rapidez y dinamismo a las
operaciones.
«Hoy descargamos los contenedores del buque y
tenemos que moverlos alrededor de un kilómetro hasta los almacenes, para
luego cargarlos al tren. Con las exportaciones igual, viene el tren,
tenemos que bajar la mercancía, ponerla en el patio y usar un equipo de
izaje de contenedores, un equipo de transferencia para llevarlas al
muelle y montarlas en el buque.
«Para todo ese trasiego tenemos
que utilizar dos montacargas y tres o cuatro tractores con carretas y
pagar a los operadores de todos esos equipos, al personal que cuente la
mercancía aquí y allá, más el gasto de combustible, de explotación de
esos equipos; todo eso encarece el proceso. Con la nueva terminal vamos a
tener el acceso ferroviario al lado del buque y todo será mucho más
rápido y expedito, y tendremos menos gastos».
Facilitar un mejor
control de los procedimientos, modernizar y lograr una mejor
organización y administración de los recursos, serán igualmente ventajas
de las que dispondrá el puerto Guillermón Moncada, informaron
autoridades de la empresa oriental.
Avanzados programas para la
planificación de los complejos procesos portuarios serán instalados al
amparo de la inversión, que además de los beneficios económicos, tendrá
su impacto social, pues ya ha dado empleo a 29 trabajadores cubanos
subcontratados por la empresa empleadora del Micons, como operarios,
choferes y personal de servicio.
La obra, de gran importancia
para la economía nacional, se inserta en el plan de desarrollo de la
provincia y es un ejemplo de las posibilidades de la inversión
extranjera que impulsa el país en sectores clave, a tenor con el proceso
de actualización del modelo económico cubano.
La nueva
instalación será un espacio eficaz para promover las exportaciones de
bienes y servicios de las cinco provincias orientales y Camagüey, y
favorecer la sustitución de importaciones, en una constante articulación
con el comercio internacional y la economía interna.
Al mismo
tiempo, la renovación de la instalación portuaria es otra de las grandes
transformaciones que imprimirá aires de progreso al paseo marítimo
santiaguero, que con el empeño, ya propicia el contacto de la ciudad con
su entorno marino.