Por Karina Sotomayor OteroSantiago de Cuba, 11 jun.— Tres décadas cumplirá en 2017 el Taller de Fundición Artística de la Fundación Caguayo. Gracias a este taller existe hoy la escultura ecuestre de Antonio Maceo en la Plaza de la Revolución santiaguera. Caguayo como organización no gubernamental tiene otros proyectos de impacto en el desarrollo de las artes en Cuba y el mundo.
Son obreros-artistas porque escogieron
por vocación la vida de los que funden metales; fuerza, inteligencia e
imaginarios únicos se juntan para sacarle formas a las piedras, bronce,
madera o yeso.
Ellos también se encuentran en el sitio donde arena, fuego, barro y agua puedan convivir para crear: “Hace treinta años fundamos el taller, fue por el año 1987 y fue Rita Longa quien nos hizo los honores. Desde entonces surgió para los fundidores en Cuba un dispositivo para ensamblar obras monumentales”, señaló Alberto Lescay Merencio, Presidente de la Fundación Caguayo.
El escultor habla del primer Taller de Fundición Artística que surgió en Cuba; se ubica en el municipio San Luis a más de 20 kilómetros de Santiago de Cuba. Se inauguró en el año 1987 para darle a la plaza el Maceo que convoca, para conformar la herramienta especializada en hacer obras monumentales.
Fue este uno de los precedentes para la constitución de la Fundación Caguayo en el año 1995; organización no gubernamental con impacto en el desarrollo de las artes monumentales y aplicadas en Cuba: ”Una de las cosas que el agradezco a Fidel es que confió en mi, confió en la Fundación justo cuando en el país no era común esta forma de trabajo ni los términos que se manejaban”, añadió el escultor.
Cuando pasan los 20 años de trabajo, a Caguayo y sus obreros-artistas se les presenta otro proyecto. En su Casa-Taller Lescay acaricia lo que es por ahora el boceto del monumento a ubicarse en el Memorial a Mariana Grajales.
Ellos también se encuentran en el sitio donde arena, fuego, barro y agua puedan convivir para crear: “Hace treinta años fundamos el taller, fue por el año 1987 y fue Rita Longa quien nos hizo los honores. Desde entonces surgió para los fundidores en Cuba un dispositivo para ensamblar obras monumentales”, señaló Alberto Lescay Merencio, Presidente de la Fundación Caguayo.
El escultor habla del primer Taller de Fundición Artística que surgió en Cuba; se ubica en el municipio San Luis a más de 20 kilómetros de Santiago de Cuba. Se inauguró en el año 1987 para darle a la plaza el Maceo que convoca, para conformar la herramienta especializada en hacer obras monumentales.
Fue este uno de los precedentes para la constitución de la Fundación Caguayo en el año 1995; organización no gubernamental con impacto en el desarrollo de las artes monumentales y aplicadas en Cuba: ”Una de las cosas que el agradezco a Fidel es que confió en mi, confió en la Fundación justo cuando en el país no era común esta forma de trabajo ni los términos que se manejaban”, añadió el escultor.
Cuando pasan los 20 años de trabajo, a Caguayo y sus obreros-artistas se les presenta otro proyecto. En su Casa-Taller Lescay acaricia lo que es por ahora el boceto del monumento a ubicarse en el Memorial a Mariana Grajales.
Lejos de allí, a 20 kilómetros de la
ciudad los obreros-artistas trabajan en un taller con casi tres décadas,
el mismo lugar donde nació la escultura ecuestre de Maceo 25 años
atrás; un sitio que se regeneró como Santiago de Cuba después del
huracán Sandy. Un taller que existe gracias a la visión monumental de la
Revolución cubana y su líder histórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario