
Por José Raúl Castillo Argüelles/Foto TV
Santiago
de Cuba, 19 sep.— Con su triunfo en la despedida ante los Cocodrilos de
Matanzas las Avispas de Santiago de Cuba igualaron el número de
victorias que alcanzaron en la fase clasificatoria de la pasada serie
nacional (14) y aún le restan veinte juegos por disputar en esta fase
del campeonato, luego es un hecho que los resultados
finales contrastarán significativamente con la pobrísima actuación de la
temporada anterior y aún más, la tropa que comanda Orestes Kindelán
enfrenta la posibilidad de avanzar a la segunda etapa, conquista que
tiene su antecedente más cercano en la 53 Serie Nacional cuando ocuparon
el octavo lugar y hecho que traería de vuelta los tiempos en que el
estandarte indómito flameaba persistentemente junto al de los mejores
equipos del país.
En el lapso de casi una década el camino de las
Avispas ha sido un verdadero suplicio para sus parciales: después de
asistir a la postemporada en los años 2009 y 2010 pasaron a ocupar el
noveno lugar consecutivamente en los años 2011 y 2012; cayeron al
peldaño catorce en 2013, tuvieron un momentáneo ascenso al octavo puesto
en 2014 para luego volver cuesta abajo en 2015 con el onceno escaño,
decimotercer lugar en 2016 y de nuevo la casilla catorce en 2017.
El
sueño de un avance a la segunda etapa en la presente temporada ocupa la
mente de cada uno de los integrantes del plantel santiaguero pero esa
meta, aunque parece alcanzable, requiere de un paso firme en esta
segunda mitad del segmento clasificatorio tal como lo hicieron hasta
ahora al ganar cinco de ocho sub-series disputadas (Mayabeque,
Industriales, Villa Clara, Ciego de Ávila y Holguín, en todos los casos
2-1) y llevar ventaja en la otra que está inconclusa ante Pinar del Río
(1-0).
Hay que reconocer a estas alturas que el equipo está
llamado a mejorar su rendimiento ofensivo para que ese caro objetivo de
la clasificación no se malogre. El bajo promedio colectivo de .271 es
duodécimo entre los concursantes y ha tenido incidencia clara en muchos
de los reveses que ha acumulado el conjunto.
Otro renglón del
juego en el que las Avispas tienen deudas es la defensa pues exhiben el
peor rendimiento entre todos los participantes con una pobrísima media
colectiva de .960, resultado de la pasmosa cantidad de 39 errores en 965
lances.
Mucho mejor parado para sale el pitcheo que ha sacado
notas satisfactorias, como lo demuestra su efectividad colectiva de 3.51
que es el tercer mejor resultado del campeonato. Este desempeño de los
tiradores ha tenido indudable peso en los logros alcanzados.
El tramo que tiene por delante el elenco indómito será sin dudas muy
exigente. Tener frente a si dos juegos pendientes con el líder Pinar del
Río y una sub-serie con el inspirado Las Tunas marcan el punto
culminante de ese desafío pero tampoco será cosa de coser y cantar
enfrentar a Granma, Sancti Spíritus, Camagüey e Isla de la Juventud.
Menos
difícil parece el inminente compromiso con los Elefantes de Cienfuegos
que en estos momentos comparten el sótano con Guantánamo pero en este
caso es bueno recordar que justamente el colero Guantánamo le dio una
desagradable sorpresa a los santiagueros al ganarle el compromiso
bilateral; situación que deben de evitar que se repita en su presente
visita al estadio 5 de Septiembre.
Hoy por hoy el empeño debe
centrarse en conseguir un espacio entre los cuatro equipos que ganarán
la clasificación directa, algo que es complicado pero no imposible. En
estos momentos hay dos equipos que se disputan el cuarto puesto (Ciego
de Ávila y Matanzas) ambos con balance de 16 victorias y 11 derrotas,
apenas un juego de diferencia por encima de Santiago de Cuba.
De no lograrse esa vía expedita, pues entonces ir a la conquista del comodín.
Luego de estas breves consideraciones aquí les dejo la cartelera de hoy:
SCU-CFG, IND-VCL, PRI-SSP, MAY-CAV, ART-CMG, GTM-LTU, IJV-HOL y MTZ-GRA, los segundos como home club.