Por Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba, 31 oct.— Se ubica en las afueras de la ciudad. Desde su creación en la década de los 80 su trazado simétrico y tecnología buscaron activar el cinturón urbano como una fuente sistemática de alimentos. El organopónico La República es una suerte de huerto distinguido por canteros donde el sistema de riego fertilizado juega un rol esencial en la producción de vegetales y hortalizas.
Es la Empresa Agropecuaria Santiago de Cuba un eslabón esencial en la recuperación de este sitio luego de años de depauperación.
Santiago de Cuba, 31 oct.— Se ubica en las afueras de la ciudad. Desde su creación en la década de los 80 su trazado simétrico y tecnología buscaron activar el cinturón urbano como una fuente sistemática de alimentos. El organopónico La República es una suerte de huerto distinguido por canteros donde el sistema de riego fertilizado juega un rol esencial en la producción de vegetales y hortalizas.
Es la Empresa Agropecuaria Santiago de Cuba un eslabón esencial en la recuperación de este sitio luego de años de depauperación.
Aunque en sus inicios fue un buen exponente de la ciencia y la técnica agrícolas, en la debacle económica del Periodo Especial su vitalidade apagó. El empeño provincial de recuperarlo significó un reto de grandes dimensiones, primero para desterrar la maleza y luego para reactivar un sistema de goteo eficiente en aras de poner en funcionamiento las 22 hectáreas cultivables de este sitio.
“Se ha trabajado duro y ya se están viendo los resultados. Se trata de la recuperación de las áreas que bordean la ciudad, el llamado cinturón de la ciudad. Todas las tierras a la salida de Santiago son una verdadera fuente de alimentos cercanos que deberíamos aprovechar porque la transportación sería mínima hacia nuestros mercados”, explica Gerardo Almeida Ibáñez, Director de la Empresa Integral Agropecuaria Santiago de Cuba.
Para el presente año de los canteros de La República se prevé cultivar más de 70 toneladas de alimentos entre los que destacan renglones como la habichuela, pepino, tomate, remolacha, zanahoria, lechuga y rábano. Una realidad más cercana que se constata de sólo llegar hasta este lugar símbolo del tesón santiaguero.
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