Por Claudia González Catalán/Foto Miguel Rubiera Jústiz
Santiago de Cuba, 15 may.— Después de tres años de ejecución, cada vez se materializa más el arribo del progreso a la nueva Terminal Portuaria Multipropósito Yarayó, del puerto Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba.
Ya inmersos en la fase de estructura, los especialistas de esta rada siguen presumiento de la exclusividad de su diseño, cimentado en un terreno arcilloso y altamente saturado en agua.
La estabilidad necesaria en una loza portuaria, capaz de resistir un muelle, un centro de operaciones, dos almacenes techados y un patio de contenedores, con cargas máximas por encima de las cien toneladas, costó 15 meses de tratamiento geológico a partir del método de Precarga con mechas drenantes.
Este método propone, antes de iniciar la construcción, depositar sobre el terreno un peso –comúnmente tierra o tanques con agua- de magnitud superior a la que se prevée que dicho suelo soporte para acelerar todos los procesos de asentamiento, hasta un 90% de la consolidación primaria que pueda provocar la presión. Por primera vez se aplicó esta técnica en el país, propuesta en el diseño de la China Communication Construction Company Ltd (CCCC).
A pesar de la efectividad demostrada del tratamiento por Precarga y los costos accesibles de dicha tecnología, lo novedoso del método en el país obligó a los ingenieros involucrados a investigarlo para decidir sobre su aprobación. Sin embargo, la información en idioma español era escasa y el acceso a Internet muy limitado. Surgió entonces la idea de vincular a la Universidad de Oriente en ejercicios de investigación y divulgación.
Luego de unas prácticas laborales, e impulsada por el apoyo de los especialistas, Aylenis Estrada Suárez, estudiante de quinto año de Ingeniería Civil, se interesó en resumir la experiencia del Guillermón Moncada en un manual: “Ese será el resultado de mi Trabajo de Diploma: elaborar un documento que explique detalladamente los procedimientos lógicos para el empleo del método de Precarga en obras hidrotécnicas”.
En la actualidad no se tienen referencias de que este método se haya incluido en el diseño de otra obra en el país, a pesar de su adaptabilidad a construcciones como edificios, tanques de agua, viales, ferrocarriles, aeropuertos o patios de almacenamiento.
Es por ello que Aylenis y su tutora, la ingeniera hidrotécnica Ileana García Castro han tenido que profundizar en el tema, para complementar su experiencia vivencial en esta obra y ampliar el alcance de la propuesta.
“Hemos tenido que generalizar a partir de informaciones muy puntuales, comenta Aylenis. Nos hemos entrevistado también con especialistas para conocer sobre los procedimientos habituales en el país, pero realmente, la fuente primaria de información será nuestra experiencia en esta obra: los ensayos, los cálculos y los resultados que se obtuvieron”.
Al término de la inversión, Santiago de Cuba contará con el segundo puerto en importancia de toda la Isla, construido sobre cimientos seguros. Casi simultáneamente, se generalizará esta experiencia del tratamiento de suelos.
Cuba y sus ingenieros finalmente podrán acceder a un documento que permita estudiar este método desde el país y suplir la ausencia de normas, regulaciones o guías escritas para su aplicación.
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