Por Caridad Franco Vega
Santiago de Cuba, 18 may.— La escuela especial Frank País de Santiago de Cuba es un centro de referencia nacional donde se pone en práctica un proyecto que busca alternativas pedagógicas en beneficio de la preparación de los niños con necesidades educativas especiales.
Una obra de infinito amor es sin duda la enseñanza de niños y adolescentes con discapacidades intelectuales. En esta escuela santiaguera se instruyen infantes que han sido diagnosticados con retraso mental leve, moderado, severo y síndrome de down.
La misión principal del plantel es preparar a los pequeños para que tengan una vida útil e independiente. Para alcanzar tal propósito los programas de estudio experimentan transformaciones y se aplican alternativas que benefician la educación de los niños.
En tal sentido Celia Mendoza, maestra terapeuta explica que funcionan círculos de interés como el de peluquería y de alimentos, atendidos el primero por una madre y el segundo por el cocinero de la escuela en los cuales participan los niños según su vocación. A través de talleres docentes los niños aprenden a desarrollar habilidades para la artesanía y la educación doméstica, mientras en los círculos de interés se familiarizan con diversos oficios.
Un equipo multidisciplinario de docentes se encarga de convertir cada clase en una lección de vida. De esta forma y con el trabajo mancomunado escuela-familia se les proporciona una infancia feliz y se les prepara para la vida adulta de manera que sean capaces de integrarse a la sociedad de forma plena y activa.
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