Santiago de Cuba, 18 may.— Sin contar con los beneficios de las lluvias en los primeros meses del año, los ganaderos en esta provincia cumplen hasta el cierre de abril lo pactado en los indicadores de leche y carne.
Comentaba el productor Jaime Fonseca que la provincia vive un buen momento, pues como nunca los ganaderos se han preparado para enfrentar un año seco. Se ha sembrado pastos y se lleva el ganado hacia los lugares con reserva de agua.
Los valores alcanzados en este primer cuatrimestre del año, dan la medida de que se ha trabajado fuerte. La leche se supera el millón 625 mil litros. Se supera ampliamente el plan con 121 mil litros. El plan del año se aproxima a los 10 millones de litros.
Más de 200 bodegas en zonas rurales e intrincadas reciben leche fresca de manos de los campesinos, para los niños de cero a siete años, dietas médicas y embarazadas.
Actualmente el 93 por ciento de los vacunos en el territorio están en manos de campesinos, quienes aspiran a crecer en la venta a entidades de los ministerios de la Industria Alimentaria y de Comercio Interior, en tanto se perfeccionen las rutas de acopio de la Empresa Láctea.
En la producción de carne se archivan mil 37 toneladas y se calcula que no habrá dificultades para llegarle a las 4 mil toneladas del plan provincial.
Es bueno significar que pese al empeño de producir más carne, aún se sigue recibiendo ganado desde Camagüey con la finalidad de poderle llegar a los diferentes destinos.
Como estrategia, la Asociación Nacional de Pequeños Agricultores (ANAP) en la provincia y la Agricultura laboran de conjunto en el uso eficiente de los recursos disponibles, además de diversificar las producciones, garantizar el alimento a los animales y aplicar la ciencia y la técnica.
Otros renombrados ganaderos en la provincia como Hildo Rosales, William Serrano y Jorge Maldonado, son ejemplos en el manejo de sus animales las 24 horas del día y demuestran que están en condiciones de producir para sustituir importaciones.
Santiago de Cuba da signos de recuperación. En esa dirección se necesita que las experiencias de los ganaderos con más años en la actividad trasmitan sus conocimientos a las nuevas generaciones para dar el salto que el país espera de los santiagueros.
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