Por Brita Garcia Alberteris
Santiago de Cuba, 18 may.— En la cancha de la Academia de Atletismo "José de Cabo Lessep" se jugará el partido de vuelta en la final de la 104 Liga Cubana de Fútbol entre la Habana y Santiago. La sombra de la disputa del partido de ida se mantiene en el ambiente. La suspensión de 4 jugadores santiagueros (Erick Rizo, Lionnis Martínez, Raúl Pérez y Jorge Villalón) hace mella en la defensa de la oncena.
Igualmente la posibilidad de marcar más goles se daña con la salida de Villalón.
La medida me parece justa, tres partidos, pero la comisión evaluadora será más radical con Astenio Ballines portero de La Habana y Jorge Villalón. Este último el líder goleador del torneo con 15 dianas y puede ver afectada su subida a la selección nacional.
La formación defensiva cambió para este sábado 18, no sólo por la salida de los sancionados, sino también tras el análisis efectuado ayer por el equipo y la directiva.
En el actual torneo el país se dividió en dos zonas, occidente y oriente, concentrando en la parte oriental las oncenas con resultado más estable en la última década, dígase Ciego de Ávila y Cienfuegos. En ese entorno los Diablos Rojos efectuaron 14 partidos clasificatorios, sumaron 30 puntos y pasaron de primeros por la zona a la fase final.
Las contrariedades llegaron mucho antes con los entrenamientos en la cancha de la Sede Mella, espacio que no cuenta con la longitud establecida.
Antes de iniciar el evento las lesiones atacaron al conjunto con la salida de Pablo Ramón Labrada, el máximo anotador del conjunto y luego en Granma Eddy Gelkis Olivares sufre daños, situaciones influyentes en los pocos goles marcados por los montañeses. Y a esto se suma que el cuartel general el Estadio Antonio Maceo todavía están trabajando en el relleno para la cancha sintética, parecerá algo simple pero los futbolistas no se han adaptado a jugar en la Pista Rekortan.
La felicidad máxima llegó con la participación en la Copa de Clubes del Caribe en Curazao, pero mientras ellos jugaban con equipos de la zona, en Cuba el calendario de la final continuaba.
A su regreso viajaron a La Habana y empataron a 1 en la cancha de La Polar. Con la contradicción de la falta de alojamiento en predios capitalinos. Regresaron de la ciudad giraldilla y recibieron en casa a Camagüey. Tenían la contradicción de ganar sus dos fechas restantes y lo consiguieron 2x0 frente a los agramontinos y por último 2x1 en Guantánamo.
Así llegaron a La Habana el viernes 10 para jugar el sábado en el Estadio Nacional Pedro Marrero, con todos los temas que ya conocemos de ese encuentro. Incluido el dudoso penal que movió la balanza 3x2 a favor de los habaneros.
Nos queda apoyar a los nuestros, como he visto hacer a los aficionados desde el 19 de enero.
Con toda esta historia vivida en 4 meses Leonardo Herrera tiene que pensar bien la estrategia de este último encuentro porque ya los Diablos Rojos forman parte de la historia.
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