Por Bárbara Aroche Cuadro
Santiago de Cuba, 16 may.— Frente a la hostilidad y la escalada guerrerista del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, nuestros líderes nos orientan a seguir potenciando desde cada nivel de la producción y los servicios, la defensa de la Revolución.
De esta forma las dos tareas estratégicas para el enfrentamiento del enemigo están basadas en desarrollar la economía y la defensa del país.
En este noble empeño por solo citar un ejemplo, el reciente XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba llamó a redoblar los esfuerzos en cada uno de los sectores de la economía con énfasis en esferas como el turismo que ha logrado un desarrollo sostenible, ejemplo este a seguir si pretendemos derrotar esta campaña desatada por la cúpula del gobierno de los Estados Unidos.
Por ello en la concepción de la guerra de todo el pueblo es decir, en la defensa de la patria toda, se empeña una vez más, la necesidad de desarrollar todas las formas y variantes que nos permitan resistir y vencer ante un posible intento de invasión en nuestro territorio.
Cuba ha sido asediada por más de cinco décadas e igualmente ha resistido el bloqueo genocida económico financiero y comercial más largo de la historia y permanecemos de pie como ejemplo para todas las naciones del mundo.
De manera que sigamos trabajando cada cual desde nuestros puestos laborales en la economía y los servicios demostrando al mundo que aun con limitaciones de muchos tipos los cubanos somos capaces de avanzar en la construcción de una sociedad más justa y más culta.
Por tanto, desde estas direcciones estratégicas que hemos asumido todos los cubanos patriotas patentizaremos nuestro compromiso de continuar defendiendo la economía con la defensa consolidada de las conquistas alcanzadas.
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