Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 21 sep.— En medio de un aparatoso despliegue militar alrededor del majestuoso edificio del Palacio de Justicia de Santiago de Cuba, el lunes 21 de septiembre de 1953, el Tribunal de Urgencias de esta ciudad dio inicio al juicio por la Causa 37 de los acusados de participar en loa asaltos a los cuarteles Moncada, de la capital oriental y Céspedes, de Bayamo.
En total fueron encausados por esos hechos 102 personas, aunque una gran parte de ellas nada tuvo que ver con los sucesos del 26 de Julio de 1953, pero la tiranía batistiana los consideró autores directos o intelectuales del ataque a los mencionados cuarteles.
En varios ómnibus llegaron al Palacio de Justicia los encausados y más de mil soldados con armas largas automáticas fueron apostados a lo largo de los 10 kilómetros que distan desde la prisión de Boniato hasta Carretera Central y Avenida de Garzón, donde se levanta el edificio del Palacio de Justicia santiaguero.
Por su parte, el principal acusado, el Doctor Fidel Castro Ruz fue conducido al tribunal en un Yeep del ejército con una gran escolta. Aun así no se pudo impedir que el pueblo, apostado detrás de la fila de soldados, saludara la caravana donde viajaban los prisioneros y el líder de las acciones del 26 de Julio.
La primera vista del juicio, considerado como el más trascendente de la historia republicana, se inició a las 10 y 30 de la mañana de ese 21 de septiembre y se extendió hasta el 6 de octubre en su primera fase, pues después, el 16 de ese mes, otra vista juzgó en solitario al Doctor Fidel Castro, que alegando problemas de salud, fue alejado del juicio principal por considerarlo peligroso para los intereses de la nación, o mejor dicho de la tiranía batistiana y su ejército de criminales.
Lo más significativo de este proceso fue que los verdaderos combatientes del Moncada, los Jóvenes de la Generación del Centenario, ratificaron ante el tribunal sin miedo su participación en los asaltos a los cuarteles Moncada y Céspedes y denunciaron las atrocidades de la dictadura contra varias decenas de ellos, que fueron asesinados y dados por muertos en combate.
El 6 de octubre de 1953 se efectuó la vista de sentencia de la Causa 37, siendo condenados 29 combatientes a penas entre 10 y 13 años de privación de libertad y a siete meses las dos mujeres enjuiciadas. Los restantes acusados fueron puestos en libertad. El 13 de octubre los sancionados fueron trasladados a la capital del país en dos aviones militares y de ahí al Presidio Modelo de Isla de Pinos, y las dos mujeres al reclusorio de Guanajay en Pinar del Río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario