Santiago de Cuba, 17 nov.— Los estudios de acomodo de carga en empresas y organismos constituyen herramientas necesarias para disminuir el consumo de electricidad en el llamado horario pico, vital ahora que Cuba restableció el horario normal.
Especialistas de la Empresa Eléctrica
Santiago de Cuba explicaron a la ACN que aquellos centros que trabajan
en las noches y tienen importantes gastos de cinco a nueve, en
particular durante la máxima demanda, de seis a siete, deben desconectar
cargas o desplazarlas fuera de ese lapso.
Por contraste, insistieron en que esa regulación en equipos e iluminación no puede afectar servicios y producciones imprescindibles.
Un buen ejemplo para ilustrar son las panaderías, las cuales tienen orientado elaborar ese renglón fuera del horario pico; es decir, en la madrugada o el día.
Igual debe suceder con los bombeos de agua, regadíos y otras actividades en la agricultura, al tiempo que deben desconectarse equipos de climas no tecnológicos.
Grandes consumidores como hospitales, frigoríficos, hoteles, industrias y otros también deben regirse por las medidas establecidas, en aras de lograr el propósito de que el sector estatal baje en un 10 por ciento del consumo en ese tiempo.
Según Leonel Ruiz, director general de la Empresa Eléctrica Santiago, hay un plan de demanda en el horario pico que controlan los Consejos Energéticos a nivel de provincia y municipios, el cual debe cumplirse para evitar los apagones.
Con el horario normal, que rige en Cuba desde el 5 de noviembre, oscurece más temprano y crece el encendido, a la vez, de equipos de consumo como el alumbrado público, cocción de alimentos en el hogar y otros.
El 70 por ciento del consumo eléctrico de la provincia Santiago de Cuba corresponde al sector residencial, de ahí la necesidad de extremar las medidas de ahorro en el actual horario, que se extenderá hasta marzo.
Por contraste, insistieron en que esa regulación en equipos e iluminación no puede afectar servicios y producciones imprescindibles.
Un buen ejemplo para ilustrar son las panaderías, las cuales tienen orientado elaborar ese renglón fuera del horario pico; es decir, en la madrugada o el día.
Igual debe suceder con los bombeos de agua, regadíos y otras actividades en la agricultura, al tiempo que deben desconectarse equipos de climas no tecnológicos.
Grandes consumidores como hospitales, frigoríficos, hoteles, industrias y otros también deben regirse por las medidas establecidas, en aras de lograr el propósito de que el sector estatal baje en un 10 por ciento del consumo en ese tiempo.
Según Leonel Ruiz, director general de la Empresa Eléctrica Santiago, hay un plan de demanda en el horario pico que controlan los Consejos Energéticos a nivel de provincia y municipios, el cual debe cumplirse para evitar los apagones.
Con el horario normal, que rige en Cuba desde el 5 de noviembre, oscurece más temprano y crece el encendido, a la vez, de equipos de consumo como el alumbrado público, cocción de alimentos en el hogar y otros.
El 70 por ciento del consumo eléctrico de la provincia Santiago de Cuba corresponde al sector residencial, de ahí la necesidad de extremar las medidas de ahorro en el actual horario, que se extenderá hasta marzo.
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