Santiago de Cuba, 21 sep.— El alistamiento del central América Libre del municipio Contramaestre ya tiene varios objetivos a favor de su colectivo fabril que tiene el compromiso de preparar bien el ingenio para enfrentar las exigencias de la zafra 2016–2017.
Ello lleva implícito la necesidad de
borrar la pobre imagen dejada por la entidad contramaestrense en la
realización de la anterior campaña, al dejar de producir importantes
volúmenes de crudos con destino para la población santiaguera.
De hecho, hoy se trabaja en las áreas con bajo desempeño para que no se vuelva a repetir en la que se avecina. Los molinos, el basculador, la mesa de alimentación, casa de calderas, los tachos y las centrifugas merecen el interés de técnicos y especialistas de esa industria.
La llegada en tiempo de las piezas, equipos y accesorios ha contribuido a que el colectivo del América Libre exhiba un sustancial adelanto en las reparaciones planificadas.
Junto al empeño por avanzar con calidad y eficiencia en esta etapa de pre-contienda, también existe un serio trabajo en la parte agrícola para cuando se de la voz de a moler en el mes de diciembre, abarrotar de materia prima, la planta moledora del América Libre.
Lógicamente, en ese objetivo, hay que resaltar la labor que se viene haciendo en los talleres de la maquinaria agrícola con las combinadas, alzadoras y tractores, pues definitivamente esos equipos tendrán que garantizar más del 70 por ciento de la norma potencial del central.
Para la próxima zafra, el América Libre contará con muchas más cañas que la anterior. Por esa razón, podrá moler durante unos 100 días en la venidera producción de azúcar.
Caña existe, gracias a la política de acercamiento que lleva a cabo la Unidad de Empresarial de Base de Atención a los productores. Igualmente, se cuenta la siembra caña con la novedosa surcadora de banda ancha que se emplea desde el pasado año.
Es decir que habrá caña y deseos de hacer las cosas bien para primero adelantar el inicio de las operaciones y posteriormente, trabajar fuerte y con eficiencia para que el América Libre pueda anunciar al país el cumplimiento de su plan de producción en los primeros días de abril.
De hecho, hoy se trabaja en las áreas con bajo desempeño para que no se vuelva a repetir en la que se avecina. Los molinos, el basculador, la mesa de alimentación, casa de calderas, los tachos y las centrifugas merecen el interés de técnicos y especialistas de esa industria.
La llegada en tiempo de las piezas, equipos y accesorios ha contribuido a que el colectivo del América Libre exhiba un sustancial adelanto en las reparaciones planificadas.
Junto al empeño por avanzar con calidad y eficiencia en esta etapa de pre-contienda, también existe un serio trabajo en la parte agrícola para cuando se de la voz de a moler en el mes de diciembre, abarrotar de materia prima, la planta moledora del América Libre.
Lógicamente, en ese objetivo, hay que resaltar la labor que se viene haciendo en los talleres de la maquinaria agrícola con las combinadas, alzadoras y tractores, pues definitivamente esos equipos tendrán que garantizar más del 70 por ciento de la norma potencial del central.
Para la próxima zafra, el América Libre contará con muchas más cañas que la anterior. Por esa razón, podrá moler durante unos 100 días en la venidera producción de azúcar.
Caña existe, gracias a la política de acercamiento que lleva a cabo la Unidad de Empresarial de Base de Atención a los productores. Igualmente, se cuenta la siembra caña con la novedosa surcadora de banda ancha que se emplea desde el pasado año.
Es decir que habrá caña y deseos de hacer las cosas bien para primero adelantar el inicio de las operaciones y posteriormente, trabajar fuerte y con eficiencia para que el América Libre pueda anunciar al país el cumplimiento de su plan de producción en los primeros días de abril.
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