Por Claudia González Catalán
Santiago de Cuba, 24 feb.— A principios del siglo XX, una oleada masiva, trajo cientos de inmigrantes al oriente cubano. Llegaron desde la lejana Galicia huyendo de hambrunas y presiones políticas.
Santiago de Cuba, 24 feb.— A principios del siglo XX, una oleada masiva, trajo cientos de inmigrantes al oriente cubano. Llegaron desde la lejana Galicia huyendo de hambrunas y presiones políticas.
Su cultura nos circunda. Múltiples
sociedades de beneficencia conservaron la identidad peninsular. Ejemplo
de ello fue la Delegación en Santiago de Cuba del Muy Ilustre Centro
Gallego de La Habana, inaugurado el 22 de febrero de 1914 con el nombre
de “Concepción Arenal”.
Por más de 15 años el servicio asistencial estuvo vedado para las mujeres en el sanatorio del Centro Gallego. Curiosamente esta legendaria institución, acoge hoy el mayor Hogar Materno en la provincia.
La institución pasó de clínica mutualista a hospital infantil regional, luego de la intervención revolucionaria en 1961.
Fue además clínica psiquiátrica y hospital de especialidades antes de reinaugurarse como Hospital Materno Este en 1976.
Con sorprendente precisión arquitectónica, una inversión cercana al millón y medio de pesos, regresa la vitalidad a una parte de estas deterioradas instalaciones centenarias, donde permanece intacta la memoria, compendiada celosamente por Joaquín Manuel Guardia Otero, Presidente de la Comisión de Historia del Hogar Nutricional Materno Este.
“Aquí se atendió Rosario García, la madre de Frank País quien, después de enterrar valientemente a su hijo, ingresó aquí por el estado de salud en que se encontraba. Es importante señalar que Abelardo Crespo, uno de los asaltantes del Moncada, fue socorrido aquí cuando lo trajeron muy mal herido.”
Hoy en el 102 con la inminente inauguración de la sala A, sumada a otras obras ya en servicio, que acogen gestantes de toda la provincia.
A pesar del tiempo que han tomado las obras de restauración, el hogar nunca ha suspendido sus servicios gracias al empeño de sus trabajadores. Una tradición tan antigua como el propio “Centro Gallego”.
“Hay una trayectoria importante de los trabajadores de este centro, afirma Guardia Otero. Cuando era clínica mutualista, fueron de los primeros que organizaron los sindicatos para reivindicaciones obreras. Más tarde, médicos y enfermeros participaron en las actividades de preparación y de combate del 30 de Noviembre, con los botiquines que Frank País estableció”.
El Dr. Leonardo Capdevila Bravo, pediatra-neonatólogo y primer director del Hospital Materno este, asegura que esta tradición se ha mantenido: “Los trabajadores de aquí son muy buenos, quieren a su hospital. Yo los exhortaba hoy a eso, no ya por el slogan del “sentido de pertenencia”, sino el sentido del cariño, se sentirse parte del hospital”.
Más que una huella impresa en la memoria de estos muros seculares, la presencia gallega en esta ciudad nos ha dejado una tradición de excelencia en la asistencia médica que el personal de esta institución ha sabido guardar celosamente en el tiempo.
Por más de 15 años el servicio asistencial estuvo vedado para las mujeres en el sanatorio del Centro Gallego. Curiosamente esta legendaria institución, acoge hoy el mayor Hogar Materno en la provincia.
La institución pasó de clínica mutualista a hospital infantil regional, luego de la intervención revolucionaria en 1961.
Fue además clínica psiquiátrica y hospital de especialidades antes de reinaugurarse como Hospital Materno Este en 1976.
Con sorprendente precisión arquitectónica, una inversión cercana al millón y medio de pesos, regresa la vitalidad a una parte de estas deterioradas instalaciones centenarias, donde permanece intacta la memoria, compendiada celosamente por Joaquín Manuel Guardia Otero, Presidente de la Comisión de Historia del Hogar Nutricional Materno Este.
“Aquí se atendió Rosario García, la madre de Frank País quien, después de enterrar valientemente a su hijo, ingresó aquí por el estado de salud en que se encontraba. Es importante señalar que Abelardo Crespo, uno de los asaltantes del Moncada, fue socorrido aquí cuando lo trajeron muy mal herido.”
Hoy en el 102 con la inminente inauguración de la sala A, sumada a otras obras ya en servicio, que acogen gestantes de toda la provincia.
A pesar del tiempo que han tomado las obras de restauración, el hogar nunca ha suspendido sus servicios gracias al empeño de sus trabajadores. Una tradición tan antigua como el propio “Centro Gallego”.
“Hay una trayectoria importante de los trabajadores de este centro, afirma Guardia Otero. Cuando era clínica mutualista, fueron de los primeros que organizaron los sindicatos para reivindicaciones obreras. Más tarde, médicos y enfermeros participaron en las actividades de preparación y de combate del 30 de Noviembre, con los botiquines que Frank País estableció”.
El Dr. Leonardo Capdevila Bravo, pediatra-neonatólogo y primer director del Hospital Materno este, asegura que esta tradición se ha mantenido: “Los trabajadores de aquí son muy buenos, quieren a su hospital. Yo los exhortaba hoy a eso, no ya por el slogan del “sentido de pertenencia”, sino el sentido del cariño, se sentirse parte del hospital”.
Más que una huella impresa en la memoria de estos muros seculares, la presencia gallega en esta ciudad nos ha dejado una tradición de excelencia en la asistencia médica que el personal de esta institución ha sabido guardar celosamente en el tiempo.
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