Santiago de Cuba, 21 sep.— La plaza cultural en esta ciudad es una de las mayores beneficiadas en la actualidad si de proyectos e inversiones se habla. El municipio cabecera brinda una imagen renovada en los paisajes al aire libre y en muchas instituciones culturales.
Las generaciones que consumen estos
productos consideran que se deben diversificar las opciones y
extenderlas a todas las potencialidades de la región.
Santiago es una geografía de escultores, literatos, escritores, músicos y arquitectos, es esta una región donde el arte y la originalidad transforman. José Ernesto es un estudiante del Conservatorio Esteban Salas y dice sentirse orgulloso de vivir en un sitio como este, pues en otros lugares no existe la diversidad cultural que aquí disfruta. El joven nos comentó que es un fiel amante del son y la timba y que aquí él puede desarrollarse en sus preferencias pues tiene diversidad de opciones.
La historia respalda con sus ancestros a esta ciudad pero los de hoy también se reservan buenas páginas. Los que visitan la urbe no hacen otra cosa que distinguir el movimiento que se manifiesta en plazas y teatros: “Veo en Santiago un programa cultural para todos los gustos, hace unos días participe de varios talleres literarios y fue en verdad un placer poder compartir con los poetas y escritores de esta provincia” añadió la baracoesa Gertrudis Labaceno Sánchez.
Aquí los paisajes se ofrecen como galerías a cielo abierto; la tierra es fecunda para los emplazamientos del bronce y todo espacio se brinda para agradar y facilitarles la vida a los habitantes. Santiago es una plaza cultural activa pero quienes consumen sus productos exigen necesarios cambios ante las realidades… “Esta ciudad tiene algunas opciones, pero malo es que estas son muy repetitivas. Hay sectores de la población, específicamente la juventud, que no tiene espacios donde pasar un buen rato, donde oir la música de su preferencia. Hay quienes desean oír rap, música electrónica y no tienen los sitios para eso. Aquí no se hace nada en la playa, no existen los grandes espectáculos. En Santiago existen grandes playas y la realidad es que hay que darle vida a los litorales, hay que darle vida a la ciudad en las noches y en los días y con precios módicos”, comento Rubén Lester, reconocido trovador en esta ciudad.
Rafael Pérez es uno de esos de la tercera edad que defiende sus preferencias como público de la tercera edad: “Los precios para acceder a la Casa de la Trova y al Salón de los Grandes, son muy altos y yo que soy jubilado no puedo pagarlos. Para salir por las noches es un problema, no hay donde ir, solo los domingos hay retreta aquí en el Parque Céspedes y los martes que se presenta un grupito cerca del casco histórico”, añadió.
El poco movimiento de los centros nocturnos y la necesidad de la apertura de nuevos espacios paras las resentaciones en teatros más cercanos al centro de la ciudad, son otras de las peticiones de los consumidores del producto cultural en este territorio. A esto se suma que se exige más divulgación por parte de los medios para conocer sobre el programa de artistas y agrupaciones en las diferentes locaciones de la región Santiago de Cuba tiene un público conocedor de la mayoría de las manifestaciones del arte y en correspondencia es un consumidor exigente. La plaza cultural suma instalaciones pero se insiste en el trabajo comunitario, en diversificar las opciones y en aprovechar todas las potencialidades de la región.
Santiago necesita en sus días y noches productos culturales que lleguen a la mayoría de los públicos, dígase espacios tradicionales, comunidades, centros nocturnos, estudiantiles y laborales. El arte no debe refugiarse en fórmulas facilistas porque es también lo artístico una de las herramientas para promover el conocimiento y el cambio. La cultura es parte de la arquitectura espiritual y tangible de esta ciudad, hacer que los ofrecimientos se identifiquen más con los de esta parte de Cuba es prioridad de las santiagueras y santiagueros.
Santiago es una geografía de escultores, literatos, escritores, músicos y arquitectos, es esta una región donde el arte y la originalidad transforman. José Ernesto es un estudiante del Conservatorio Esteban Salas y dice sentirse orgulloso de vivir en un sitio como este, pues en otros lugares no existe la diversidad cultural que aquí disfruta. El joven nos comentó que es un fiel amante del son y la timba y que aquí él puede desarrollarse en sus preferencias pues tiene diversidad de opciones.
La historia respalda con sus ancestros a esta ciudad pero los de hoy también se reservan buenas páginas. Los que visitan la urbe no hacen otra cosa que distinguir el movimiento que se manifiesta en plazas y teatros: “Veo en Santiago un programa cultural para todos los gustos, hace unos días participe de varios talleres literarios y fue en verdad un placer poder compartir con los poetas y escritores de esta provincia” añadió la baracoesa Gertrudis Labaceno Sánchez.
Aquí los paisajes se ofrecen como galerías a cielo abierto; la tierra es fecunda para los emplazamientos del bronce y todo espacio se brinda para agradar y facilitarles la vida a los habitantes. Santiago es una plaza cultural activa pero quienes consumen sus productos exigen necesarios cambios ante las realidades… “Esta ciudad tiene algunas opciones, pero malo es que estas son muy repetitivas. Hay sectores de la población, específicamente la juventud, que no tiene espacios donde pasar un buen rato, donde oir la música de su preferencia. Hay quienes desean oír rap, música electrónica y no tienen los sitios para eso. Aquí no se hace nada en la playa, no existen los grandes espectáculos. En Santiago existen grandes playas y la realidad es que hay que darle vida a los litorales, hay que darle vida a la ciudad en las noches y en los días y con precios módicos”, comento Rubén Lester, reconocido trovador en esta ciudad.
Rafael Pérez es uno de esos de la tercera edad que defiende sus preferencias como público de la tercera edad: “Los precios para acceder a la Casa de la Trova y al Salón de los Grandes, son muy altos y yo que soy jubilado no puedo pagarlos. Para salir por las noches es un problema, no hay donde ir, solo los domingos hay retreta aquí en el Parque Céspedes y los martes que se presenta un grupito cerca del casco histórico”, añadió.
El poco movimiento de los centros nocturnos y la necesidad de la apertura de nuevos espacios paras las resentaciones en teatros más cercanos al centro de la ciudad, son otras de las peticiones de los consumidores del producto cultural en este territorio. A esto se suma que se exige más divulgación por parte de los medios para conocer sobre el programa de artistas y agrupaciones en las diferentes locaciones de la región Santiago de Cuba tiene un público conocedor de la mayoría de las manifestaciones del arte y en correspondencia es un consumidor exigente. La plaza cultural suma instalaciones pero se insiste en el trabajo comunitario, en diversificar las opciones y en aprovechar todas las potencialidades de la región.
Santiago necesita en sus días y noches productos culturales que lleguen a la mayoría de los públicos, dígase espacios tradicionales, comunidades, centros nocturnos, estudiantiles y laborales. El arte no debe refugiarse en fórmulas facilistas porque es también lo artístico una de las herramientas para promover el conocimiento y el cambio. La cultura es parte de la arquitectura espiritual y tangible de esta ciudad, hacer que los ofrecimientos se identifiquen más con los de esta parte de Cuba es prioridad de las santiagueras y santiagueros.
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