Palma Soriano, Santiago de Cuba, 21 sep.— Por estos días la Galería Carlos Manuel de Céspedes, en esta zona del oriente cubano, abre su espacio para adentrarnos en un gran barrio a través de la expo “Rascacielos”.
La apertura de esta exposición, comenzó
con una estatua viviente entre tramada con la verbalida del grupo
Cimarrón dando un pie forzado a lo expuesto, un barrio con una
simbología especial y una curaduría muy sugerente.
Reinier Callard Parada joven artista de la plástica, nos remite con su visión y estilo artístico a enfocar la palabra Rascacielo de una forma diferente, a la inversa de lo que podamos imaginarnos de forma elitista la idea es urbanidad de barrio.
Cada obra nos conduce por historias de un personaje, lleno de misterio, sueños, penas, y aspiraciones de futuro que lo hacen elevarse en medio de lo cotidiano para convertirse, precisamente en una especie de rascacielo humano.
Pinceladas de color que se confunden con retazos de periódicos, precinta y otros materiales transformándose en elementos activos que crean el típico ambiente citadino en que vivimos.
“Rascacielos” es una invitación a soñar, a desafiar los limites de lo convencional.
Reinier Callard Parada joven artista de la plástica, nos remite con su visión y estilo artístico a enfocar la palabra Rascacielo de una forma diferente, a la inversa de lo que podamos imaginarnos de forma elitista la idea es urbanidad de barrio.
Cada obra nos conduce por historias de un personaje, lleno de misterio, sueños, penas, y aspiraciones de futuro que lo hacen elevarse en medio de lo cotidiano para convertirse, precisamente en una especie de rascacielo humano.
Pinceladas de color que se confunden con retazos de periódicos, precinta y otros materiales transformándose en elementos activos que crean el típico ambiente citadino en que vivimos.
“Rascacielos” es una invitación a soñar, a desafiar los limites de lo convencional.
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